Columnistas

El descanso y la espiritualidad

Por José Antonio Medina Aguilar

PIENSO, LUEGO ESCRIBO

Por Akiles Boy*

Días de cuaresma, los católicos se ponen a resguardo de las tentaciones de la carne. Tiempos de ayuno que se fueron o están en vías de extinción, por la crisis de confianza en la institución religiosa o la indiferencia y rechazo a la vigilia de los viernes, ante la carestía del pescado y los mariscos, típica de la temporada. La tradición ligada a la espiritualidad venida a menos, debido a la gran ola causada por el materialismo y el consumismo que inundó el mundo.

Entre la multitud congregada en el parque principal, el corazón de la pequeña ciudad, arremolinada buscando el mejor lugar para ver y escuchar a una orquesta de cubanos, encargada de deleitar a la gente, con conocidos éxitos de salsa. Un domingo de descanso, ideal para la alegría desbordante y la disipación. Son mayoría los jóvenes dispuestos a mover el cuerpo sin prejuicio y con descaro, unos con pareja y otros en abierto plan de ligar. Es noche de soltar amarres y dejarse llevar por el ritmo de la vida.

Puede asemejarse a un circo planeado por los intelectuales de la política, pero en la práctica, la realidad rebasa ese fin. Las catarsis sociales se presentan en tiempos de crisis o alta tensión, pero también pueden ser motivadas por buenas cosechas o temporada de bonanza. Difícil advertirlo, pero es común, que en temporadas de irritación o enojo, las fiestas populares terminen en riñas, disparadas por los excesos. Esta vez, locales y turistas en pacífica convivencia.

El ambiente electoral, enturbiado por la guerra sin cuartel entre los grupos antagónicos, no interesa a la muchedumbre, dejando en el olvido ese tema, para entregarse apasionadamente a la diversión y liberarse de cargas emocionales, que la aprisionan en sus rutinas cotidianas. Lo importante es aprovechar el momento para la distención personal y colectiva.Muy cerca se oye la melodíaYo no sé mañana, del cantautor y músico nicaragüense Luis  Enrique.

Tampoco importa que el siguiente, sea domingo de ramos, y comienza lo que se conoce en la liturgia como la Semana Santa, periodo de gran simbolismo para la grey católica. Ocasión en que la comunidad religiosa conmemora la Pasión de Cristo, representándose el viacrucis, la muerte y resurrección de Jesús. Pero también los mexicanos ya tienen en la mente, que ese fin de semana inicia el primer periodo vacacional del año y se declaran listos para salir con la familia en busca de aventura y diversión, hasta donde alcance el presupuesto y más allá.

Siguiendo en el tema religioso, el jueves por la noche, en la Parroquia de San Jerónimo, la Orquesta Sinfónica de Xalapa, de la Universidad Veracruzana, en su primera función extramuros, ofreció el concierto Fauré Requiem, una pieza clásica que se canta con el texto litúrgico de la misa de difuntos. Gabriel Urbain Fauré fue uno de los compositores más destacados de Francia del siglo XX. Martin Lebel, su director, al inicio del extraordinario concierto, hizo notar que la obra, debía sentirse no como tragedia, sino el comienzo de una nueva vida. Al cierre, les comento que la Jerarquía Católica, para esta temporada, recomienda el merecido descanso, sin olvidar la espiritualidad. Felices vacaciones. Hasta la próxima. 

Marzo 24de 2024

*Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.

*Miembro de la Red de Escritores por el Arte y la Literatura, A.C.