El pasado 3 de octubre de 2021, convocados por los obispos de México, se
llevó a cabo la MARCHA NACIONAL Por la mujer y por la vida. Más de un
millón de mexicanos en un ambiente de respeto, orden y civilidad, caminamos
por la calle en más de 70 ciudades del país.
Esta marcha surgió como respuesta de la sociedad a las recientes resoluciones
de la Suprema Corte de Justicia (SCJN) sobre la despenalización del aborto en
Coahuila, sobre la protección constitucional de la vida en Sinaloa y sobre el
derecho humano de la objeción de conciencia. Los ministros de la Corte
pasaron por encima de la voluntad popular, y negaron derechos humanos
básicos, además de pasar por encima de la autonomía de los estados.
En la marcha se hizo un manifiesto a favor de la mujer y de la vida donde se
declaró que:
- Es falsa la disyuntiva de elegir entre la mujer o la vida del hijo en
gestación. No hay un “o” sino un “y”. - Las mujeres no quieren ni necesitan el aborto.
- Se propuso que se acoja a la mujer, se proteja al hijo en gestación y se
dé libertad de conciencia a los médicos. - Siempre se debe elegir la vida, nunca la muerte.
- Estar a favor de la vida es proteger cada vida humana desde su
concepción hasta su muerte natural. - Realizar un acuerdo nacional A Favor de la Mujer y de la Vida.
A través de esta MANIFESTACIÓN expresamos nuestro aprecio, cercanía y
admiración a la mujer y al hijo o hija que se gesta dentro de ella.
En el caso de la discusión sobre el aborto, nos interesa salvar las 2 vidas, a la
mujer y a su hijo, por eso creemos que se debe ser más creativo y el Estado
debe emplear todos los recursos que tiene a su alcance para ofrecer
alternativas de vida a la mujer embarazada en una situación vulnerable. Es
preocupante que se quiera imponer la cultura de la muerte a través del aborto,
generando con ello más víctimas y desprecio de la vida humana.
No nos interesa criminalizar a ninguna persona, pero tampoco despreciar la
vida de una persona como pueden ser los niños que se están desarrollando en
el vientre materno. Toda vida humana, desde la concepción hasta su desenlace
natural, es una vida digna. El Estado debe protegerla no convertirse en su
principal destructor. Desde luego también defendemos toda vida humana, no
solo a los no nacidos. Creemos que toda persona debe tener condiciones y
oportunidades para que su vida se desarrolle teniendo en cuenta su dignidad
humana.
La Marcha por la Mujer y por la Vida tuvo un rostro ciudadano y participaron
miles de personas de todas las edades. Fue una manifestación pacífica, alegre
y propositiva. Los que participamos lo hicimos por convicción y compromiso
con la humanidad y con nuestro país. Felicitamos a las asociaciones civiles pro
vida y pro familia que organizaron este ejercicio de libertad de expresión y de
exigencia ciudadana por la mujer y por la vida.
A través de esta Marcha se dieron los primeros pasos para buscar un gran
acuerdo nacional que atienda las soluciones reales de las necesidades de la
mujer, así como el respeto a la integridad del derecho a la vida del hijo o hija en
gestación.
Se deben buscar soluciones creativas a los diversos problemas que enfrenta
una mujer, sobre todo las que son víctimas de violencia, explotación,
discriminación o mujeres embarazadas en situación vulnerable.
El estado debe proteger la vida de todo ser humano desde la concepción hasta
su muerte natural. El aborto no soluciona los verdaderos problemas de la
mujer, sólo los agrava. Los ciudadanos queremos vivir en paz y que se respete
toda vida humana.
Pbro. José Manuel Suazo Reyes
Director
Oficina Comunicación Social
Arquidiócesis de Xalapa