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Migrantes ejemplares

Por Hector Saldierna Martinez

Abriendo Brecha

Migrantes ejemplares

Por: Héctor Saldierna

Sin duda, los migrantes mexicanos que residen en los Estados Unidos han dado una lección de solidaridad, de entrega y de lealtad hacia sus paisanos mexicanos que, a pesar de la devastación originada por el covid 19, no han dejado de enviar remesas y para el mes de marzo constituían el 4 por ciento del PIB nacional.

Personas que se fueron hace varios años hacia un país extraño, alejado de la comodidad y cercanía con sus familiares, ahora se convierten en un digno ejemplo de apoyo  económico y a pesar del enorme riesgo que tienen ante la pandemia en un país que se ha convertido en el epicentro mundial y que registra la estadística de más de 65 mil muertos, principalmente en Nueva York.

Y es que hay que añadir que el mexicano residente en los Estados Unidos enfrenta otra grave problemática que está vinculada con la salud. Sólo quien tiene un Seguro tiene la posibilidad de acceder a una institución para curar su enfermedad, pero quien no tiene esa prestación, entonces está ante la sólida posibilidad de fallecer sin atención médica adecuada.

COVID DESNUDÓ AL SECTOR

No es un hecho aislado que las consecuencias que ha generado el Covid a lo largo y ancho del mundo tienen que ver con un sistema de salud colapsado. La mayor parte de las naciones en el orbe no disponen de los suficientes hospitales para atender a la población.

Se aplicó más bien el modelo neoliberal que ha distinguido  el servicio caro y exclusivo hacia un determinado sector de la población que cuenta con recursos económicos. Y, en contraste, el sector público no invirtió en hospitales con orientación hacia la población en lo general.

Estamos ante una panorámica general de mercantilización de la medicina y sólo quienes tienen la posibilidad de cubrirla cuentan con la posibilidad de atenderse de sus enfermedades. Con la presencia inédita del virus, evidentemente desnudó la realidad de varios países.

Estados Unidos es un ejemplo evidente de esa moda neoliberal, de los hospitales lujosos y exclusivos, donde sólo tienen posibilidades los más acaudalados y adinerados.  De manera paralela, la infraestructura hospitalaria también es insuficiente porque el Estado dejó de invertir en instalaciones hospitalarias.

En México ocurre un fenómeno similar, aunque con menor matiz. De cierto modo los embates neoliberales en contra del sector de la salud no lograron todo su cometido. Hasta donde se pudo lograr, se mantuvo la seguridad social hacia los mexicanos, a pesar de los regímenes de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y  Peña Nieto.

Los rumores sobre una privatización fueron muy fuertes durante los gobiernos de Calderón y de Peña. No lograron su avieso objetivo, porque hacerlo hubiese sido letal ahora para México.

La nación ha resistido de alguna manera los estragos causados por el virus y las instalaciones hospitalarias y el personal humano ha desarrollado un brillante papel en contra de la pandemia, con resultados mejor evaluados que España e Italia, donde el número de fallecidos supera los 30 mil.

La lección que ahora deja el coronavirus es que el Estado tiene que ser el rector de la economía, controlar los servicios fundamentales y ahora llevar la salud como un Derecho humano, donde la población mexicana tenga acceso a los servicios médicos, sin excepción alguna.

Será necesario que se inviertan en hospitales, en incrementar el número de médicos por todo el país y contar con una sólida infraestructura de salud que esté a pronta   respuesta ante cualquier eventualidad.
No hay que olvidar que, por ejemplo, desde 1982, no se invierte en un nuevo hospital del IMSS en Veracruz. Hay que ver en el hospital 7l del IMSS una placa en donde se anuncia la inauguración hecha por José López Portillo en ese año, que fue el último de su gestión.

Y de ahí ya no hubo ninguna inversión en hospitales, en tanto que la población ha crecido exponencialmente y no hay manera de atenderla eficientemente.

Ya tenemos el mensaje del coronavirus y está muy claro. No se puede depender de un modelo económico, cuya premisa fundamental sea el mercantilismo y el dinero. Seguir así, nos llevaría hacia el caos y hacia el incremento de la pobreza de la nación.

 

Y hasta la próxima.

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