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Veracruz Pueblo bicicletero, todo está en ruinas

Por Luis Martínez Wolf

Barloventeando

Veracruz Pueblo bicicletero, todo está en ruinas

Ayer tuve necesidad de ir a consulta médica, me sentía débil y la amenaza de COVID19 nos tiene sobre ascuas, no me queme después de la consulta y me recetó el medico unas vitaminas y cuidado en la alimentación, además hacer gimnasia, práctica deportiva ligera y esperar la vacuna, deseando esté disponible antes que el destino nos alcance.

         A lo que iba es el tremendo desorden que se da en todos los rumbos de la ciudad, hay un problemita que nadie toma en consideración, las banquetas, son un verdadero desorden sin planeación ni cuidado para que transiten los de a pie,  en concreto podemos afirmar que no hay banquetas, transitamos sobre unos sinuosos pedazos de piedra y tierra que si no está  uno atento  a la caminata, puede darse un tropezón y por lo menos sufrir el susto, sino es que por la caída nos partamos un hueso.

         Al salir del consultorio médico necesite caminar unos cien metros y en una de las casas elegantes, por lo menos así se veía la puerta, la banqueta era parte de la entrada al garaje, y les juro, tenía una pendiente de aproximadamente 25 o treinta grados, estando medio dañado de salud, al tratar de cruzar la entrada al garaje de la casa, me di un fuerte resbalón , no paso a mayores, pero lo que seguía en la acera era un remedo de ínfima calidad de lo que se llama banqueta.

Mortificado por el susto de la banqueta me puse a observar diferentes rumbos de la ciudad, es todo una vergüenza, en anteriores ocasiones me he referido a la urdimbre increíble de líneas eléctricas instaladas sin la menor técnica, están además enredadas con los arboles, también sembrados sin planeación ni cuidado para sano desarrollo, todo un desmadre , razón por la que cuando pega un norte como el que pasamos recientemente, se desploman postes, árboles y la maraña de líneas eléctricas, causando los apagones que tanto nos mortifican.

         Por favor dense una vuelta por el centro, la parte antigua de la ciudad, hay cantidad de casas abandonadas que, ante la presión de las autoridades, solo les ponen unos ladrillos tapando el frente, lo que pudiera denominarse una construcción de casa habitación o edificio público es una ilusión, todo es un enredo se dan los desarrollos arbóreos entre estas patrañas de casa habitación no habitadas por nadie. ¿Quiénes son los dueños? Quien sabe, pero no parece importarles las condiciones de su propiedad, el más sorprendente ejemplo es el gran edificio que ocupo una empresa tabacalera, ocupa toda una manzana y está en el más completo abandono, esperando que un temblorcito lo derrumbe y puedan construir un moderno edificio, es criminal que las autoridades toleren este desorden, el centro histórico debe ser un área antigua limpia y elegante, un atractivo para turistas que disfrutarían si además se relatan episodios históricos que se dieron en esa abandonada zona. ¡AGUAS!

 Enero 25 de 19321    [email protected]     Luis Martínez Wolf