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Marina Mercante un proyecto para impulsarla Parte 2

Por: Luis Martínez Wolf

Barloventeando

Marina Mercante un proyecto para impulsarla       Parte 2

 Muchos no están de acuerdo en que se entregue PEMEX, la CFE y la mayor parte de la actividad agropecuaria y marítima a los extranjeros, consumando la acción vía una privatización que puede ser solo un artificio financiero para vendernos, pero tenemos que arriesgarnos e implementar medidas pragmáticas en lo operativo financiero e idealistas en lo democrático nacionalista, en otras palabras, anglosajones en los negocios y latinos en lo idealista, esa aparente contradicción nos puede sacar del impasse legislativo que amenaza con paralizarnos o llevarnos a una confrontación de características semejantes a la de 1857 y 1910. Cuidado, ¡Evitémoslo!.

         El negocio de la Marina Mercante en su acepción transporte marítimo de carga, es una actividad que para tener éxito asegurado, se debe partir de una premisa axiomática, “disponer de fletes seguros a largo plazo”. México maneja anualmente por sus puertos Aprox. 450 millones de toneladas de carga, menos del 1% de ese tonelaje se realiza en barcos mexicanos. ¿Qué nos pasa?, bueno, las razones irracionales son diversas, van desde la incapacidad empresarial propia de nuestro tercer mundismo, hasta las razones subjetivas o raciales expuestas por filósofos y antropólogos.

         Quien conoce del negocio marítimo, está enterado que un contrato de fletamento es un documento bursátil de tanta liquidez como el papel moneda, solo como una primera referencia de esta corta presentación: PEMEX exporta anualmente mas de 100 millones de toneladas de crudo desde los embarcaderos de la Sonda de Campeche, un 60% de ese volumen va a los puntos de descarga en el Sur de los EU, los barcos se mueven de monoboya a monoboya de altamar, atracando o entrando en algunos puertos-refinería, operación naviera relativamente fácil y que representa para quien tiene el contrato de fletamento un ingreso anual del orden de 1500-2000 millones de Dólares. Asombra e indigna saber que ese atractivo negocio está entregado a empresarios extranjeros, ni un solo litro de crudo es transportado en barcos mexicanos y nuestra hacienda pierde ese bonito ingreso solo por que México está proyectado por el enemigo, la tenemos fácil y la despreciamos.

         En el evento que se diera la decisión política de tomar el poder económico a favor de los mexicanos, solo hace falta que PEMEX decida otorgar contratos de fletamento a los navieros o armadores mexicanos, el contrato sirve de garantía para que cualquier astillero del mundo entregue los barcos, en los términos que proponga el naviero dueño del contrato de fletamento, ni hablar o soñar en hacer los barcos en astilleros nacionales, ese seria el mas grave pecado cometido en contra de quienes apuestan por nuestra derrota económica. Tenemos todo para armar nuestra flota, construir y operar barcos que usufructúen los apetecibles fletes, pero nuestros políticos y legisladores han perdido la brújula que marca el rumbo económico que siguen todas las naciones exitosas. ¡AGUAS!

Mayo 19 de 2020        lmwolf1932@ Gmail.com

                                                                                  Luis Martínez Wolf

                                                             Premio marítimo internacional OMI

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