Un video divulgado por el Instituto para el Desarrollo del Sur y del Norte (SAND), una organización que trabaja con desertores norcoreanos, expone públicamente el veredicto de dos adolescentes de 16 años condenadas a 12 años de trabajos forzados en Pyongyang por consumir contenido de K-pop surcoreano. En las imágenes, difundidas por SAND y reportadas por la BBC, las jóvenes son exhibidas en un juicio masivo en un anfiteatro, esposadas y vestidas con batas grises, mientras son observadas por aproximadamente 1,000 estudiantes, todos con mascarillas, indicando que las grabaciones podrían haberse realizado durante la pandemia de COVID-19.
Las adolescentes fueron declaradas culpables, según el video, de ver y difundir películas, música y videos musicales surcoreanos durante un período de tres meses. El narrador del video afirma que las jóvenes fueron seducidas por la cultura extranjera, insinuando que arruinaron sus vidas al adoptar elementos de la cultura surcoreana. El video, presumiblemente editado alrededor de 2022, refleja la postura represiva de Corea del Norte hacia la influencia externa y la lucha contra la penetración de la cultura surcoreana en la sociedad norcoreana.
Choi Kyong-hui, presidente de SAND y exdesertor de Corea del Norte, interpreta que el líder norcoreano, Kim Jong Un, busca revertir el cambio en el pensamiento de las generaciones milenarias y Z, que han adoptado estilos de vida influenciados por la cultura surcoreana. El video, producido por las autoridades norcoreanas, forma parte de una estrategia para mostrar públicamente las consecuencias y advertir a la población sobre los riesgos de adoptar elementos culturales extranjeros en un momento en que Kim Jong Un intenta reforzar la lealtad a la manera de vida norcoreana.