Opinión
Uno de los “integrantes” del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de mayor colmillo político y también desprestigio, como lo son la mayor parte de la cúpula de los miembros de Morena, es sin lugar a dudas el senador Ricardo Monrreal.
Quién desde que no fue nombrado como una de las corcholatas que dio a conocer el destapador de la política nacional, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), inició por su cuenta su campana política para obtener la presidencia del país.
Acción que ha sabido manejar inteligentemente, como viejo político ex priista que es, al continuar en su importante cargo comportándose como lo ha solicitado el fundador y guía espiritual de Morena, aparentando “obediencia ciega”, solo que en este caso la capacidad definitivamente rebaza el 10 % que exige AMLO, lo que lo tiene realmente preocupado desde antes del inicio del actual sexenio.
Como muestra de lo anterior podemos citar que ante los cuestionamientos de los medios de comunicación sobre el no haber sido incluido dentro del grupo de las primeras corcholatas de
Morena, en su momento comentó, que él estaría en la boleta para la contienda presidencial del 2024, sin especificar porque partido, posición a la que hasta la fecha en ningún momento ha expresado AMLO, comentario alguno. Aunque sí, hace algunos días el aprendiz de dirigente político el iluso Mario Delgado, comentó que Ricardo Monrreal en ningún momento dejaría al grupo de la equivocadamente llamada cuarta transformación. Declaración que en un momento dado se puede aceptar de alguien que se dedica a hacer “politiquería” como dice su guía espiritual, pero que ni él se la cree.
Como muestra de esa inteligente y maquiavélica forma de hacer política, el Senador y Presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) de la llamada Cámara Alta, hace algunos meses hizo un ejercicio que puede considerarse de autocritica al actual régimen al haber calificado al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, palabras más, palabras menos, como un lastre para la cuarta transformación.
Y la más actual crítica, con el video que está circulando en las “benditas redes sociales” al comentar que todo sistema democrático debe tener como una de sus prioridades el respeto a los derechos humanos y que aquí, en el Estado de Veracruz, eso se está violando flagrantemente con la detención de 6 jóvenes que fueron privados de su libertad acusados del “delito” de ultrajes a la autoridad, falsamente por parte de los policías que los detuvieron. Sin que hasta el momento de circular el video (viernes: 19-noviembre-21) el deteriorado Poder Judicial del Estado hiciera su trabajo, así como también la desprestigiada Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), tuviera alguna actuación al respecto.
Críticas en las que el desprestigiado político tiene toda la razón y que expone la forma tan ineficiente en que actúa el gobierno morenista de Veracruz y sus organismos autónomos, lo que por donde se analice, da por hecho la inexistencia del Estado de Derecho en el Estado, de lo que es directamente responsable el titular del Ejecutivo estatal Cuitláhuac García Jiménez.
Pero además de la importancia que tiene el video por la denuncia jurídica que hace, también la tiene desde el punto de vista político, pues además de exhibir al gobierno morenista de Veracruz a nivel nacional e internacional, su imagen como político defensor de los derechos humanos aún en contra de la organización política a la que pertenece, lo hace quedar muy bien ante el electorado estatal y nacional. Video que desde el punto de vista que se le analice, solamente puede calificarse como positivo.
Acción que al mismo tiempo da una lección a la “oposición” veracruzana y nacional de como actuar. Así como también a los aspirantes a la gubernatura veracruzana, que son varios y que hasta el momento las pre campanas que han mostrado, son totalmente tibias y por tanto no impactantes. Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el [email protected]