Columnistas

Sin arte no hay presente ni futuro

Por: Sabino Cruz V.

Necesitamos hacer poemas, cantar, pintar cuadros… Si no tenemos arte, moriremos espiritualmente.

Paul Auster (1947-2024) *

Tan simple hablar del arte, de los artistas y todo lo que han aportado para la humanización de la especie, la consolidación de imperios, luz del entendimiento para legos y versados, transformadora del “Destino Manifiesto”, salvaguarda de la memoria histórica, generadora de riqueza material, forjadora de naciones o como hace cuatro años escribiera Paul Auster, abre las mentes y corazones de las personas a las vastas posibilidades de la vida humana; sin que esto signifique que tengan necesariamente que ejecutar un instrumento, leer partituras, dominar la técnica del color y la perspectiva, memorizar las siete octavas de un piano o tener un registro vocal grave o agudo de más de dos octavas.

Solo que esto se complejiza cuando de política y de políticos se trata, dado que por “el costumbre”, las banquetas, drenajes, electrificación, red hidráulica, servicios de salud, seguridad, vivienda, alimentación, etcétera, etcétera, son prioritario; más cuando se anda a la pepena de votos, y “los buenas” caminan por calles sin pavimentar, tiraderos y drenajes “a cielo abierto”. Momento de epifanía para ellas y ellos, y que de la chistera sacan la solución para endulzar los oídos de potencial votante

Mientras que el arte y sus hacedores solo son objeto de atención en tiempos electorales, por una protesta masiva, o por la obtención de reconocimiento nacional o internacional. Verbigracia José Luis Rivas, Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura, 2009. Fuera del contexto electoral, no pasa de ser un escrito en las plataformas electorales, un referente en las reuniones del candidato-la candidata con algunos representantes del sector, o simplemente un eslogan promocional.

Mas, como decían los abuelos, no tiene la culpa el ladino, sino quien lo hace compadre. Dicho en palabras más montunas. No tienen la culpa los políticos si no consideran en su agenda dar mayor impulso a lo artístico y cultural, desde la formación, investigación, salvaguarda, promoción/difusión, comercialización; empezando por poner personas capaces en la gestión de las secretarías, direcciones o coordinaciones de cultura. Ejemplo de ineficiencia sobran en la administración actual de los dos niveles de gobierno en Veracruz.

Pero seamos serios y pidamos a los hacedores de cantos, pinturas, dramas, poemas, coreografías, cuentos e historias, tengan un momento de contrición y confiesen si con su magia en verdad han formado el gusto y desarrollo de la sensibilidad en sus públicos; si con sus actos ilusionistas están abonando a reconfigurar la urdimbre social; si con su subjetividad creativa aportan a la cuanta satélite de la cultura de país. Y ya metido entre la patas del caballo, ahí les dejo unas preguntas, como decía un clásico, solo por joder al vecino: ¿Cuántos creadores hay en Veracruz? ¿Son los músicos los que más aportan al contenedor cultural, a la formación del gusto y a las finanzas públicas? ¿Cuántos artistas plásticos/visuales, facturan por las obras vendidas? ¿En verdad las escuelas de arte de la UV son necesarias? ¿Qué aportan al movimiento escénico, visual, sonoro local, estatal, nacional e internacional los grupos de la UV? ¿En verdad con un foro para la danza y el teatro o un museo para las artes escénicas y visuales, mejorará la calidad de sus productos y la asistencia?

En tanto los creativos responden las interrogantes, desde estas líneas me uno a los escritores y lectores que tuvieron en Paul Auster un referente creativo y político. Estoy de acuerdo con él de que el arte no es una acción política, no transforma sociedades, ni evita que los niños sufran de hambre, sean objeto de abusos sexuales u obligados delinquir. Pero sí, como dijo es escritor, abre las mentes y corazones de las personas a las vastas posibilidades de la vida humana.

Como también estoy de acuerdo con la reflexión de la poeta Alicia Colot Villarreal quien considera que el quehacer de los creadores no es una técnica que se aprende. No es lo mismo un rotulero que anuncia algo, que un muralista. Ambos saben llenar de color un muro, pero es obvia la diferencia de sentido y alcance entre ambos: “Los seres humanos somos especialistas en enredar la existencia y diseñamos conceptos como la libertad y luego tenemos que diseñar estrategias que permitan su existencia y disfrute. Para no dejar ese espíritu instintivo guiado por la fuerza. Justo el arte son esas rutas de expresión de todo lo que sentimos en particular y a veces en colectivo, y en ese hacer de la expresión explota la creatividad… Y las personas sueñan”.

Los humanos, sentencia la poeta, cambiamos el mundo por necesidad y por placer. Y el arte está ahí en esa segunda parte: “El arte no quita el hambre (a menos que seas el autor y sepas vender) el arte en la sociedad brinda sentidos a los individuos y al colectivo, para Ser algo más que una cosa que piensa y resuelve. Por eso el arte ayuda a fortalecer y reivindicar el nudo social (porque tejido ya no es) porque genera una sociedad que siente y lo expresa”. Suscribo la consigna que si un político no puede ver más allá de quién va a amenizar su evento, mientras todos se sientan a aplaudir, habrá que pelear para abrirle los ojos y mostrarle que tras la montaña aún quedan horizontes. ¡Es cuanto!

* Escobar, P. (2020, 10 de julio). Paul Auster: “Si no tenemos arte, moriremos espiritualmente”. LT LATERCERA. https://www.latercera.com/tendencias/noticia/paul-auster-si-no-tenemos-arte-moriremos-espiritualmente/NO2GFM3UYJDFZBIBFAECFSCWCM/