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Variante JN.1 del COVID-19: Síntomas, riesgos y medidas de protección

Confirmada la presencia de la variante JN.1 o Pirola del COVID-19 en México desde el 19 de diciembre, las autoridades sanitarias del país han destacado que, hasta el momento, no representa un riesgo significativo para la salud pública. A pesar de ello, se aconseja mantener las medidas de seguridad para evitar la propagación del virus.

Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) informaron que, hasta el 8 de diciembre, no había evidencia de que la variante JN.1 representara un riesgo mayor para la salud pública en comparación con otras variantes. Sin embargo, el crecimiento constante de esta variante sugiere que podría ser más transmisible o tener una mejor capacidad para evadir el sistema inmunológico.

No se han observado indicios de una mayor gravedad causada por JN.1 en este momento, y se espera que las vacunas COVID-19 actualizadas proporcionen protección contra esta variante, así como contra otras. No hay evidencia de que la infección por JN.1 provoque síntomas distintos a los de otras variantes.

Los síntomas generales de la variante JN.1, conocida como Pirola, son similares a los de otras variantes de COVID-19, según los CDC. Estos incluyen fiebre, tos, dificultad para respirar, fatiga, dolores musculares, dolor de cabeza, pérdida del gusto u olfato, dolor de garganta, congestión nasal, náuseas y vómitos, y diarrea. La aparición de síntomas puede ocurrir entre dos y 14 días después de la exposición al virus.

Las recomendaciones para protegerse contra la variante JN.1 son consistentes con las medidas para prevenir la propagación del COVID-19. Estas incluyen recibir la vacuna actualizada, mejorar la ventilación en espacios cerrados, usar mascarillas, mantener la distancia física y practicar una higiene adecuada de manos.

En caso de presentar síntomas respiratorios o estar expuesto a alguien con COVID-19, se sugiere aislarse, realizar una prueba de detección y buscar atención médica si es necesario.

La variante JN.1 fue descubierta por Dave McNally en el Reino Unido y es la versión más común de la variante BA.2.86 en los Estados Unidos, según informes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Esta variante presenta una mutación que le otorga una ventaja en la transmisión en comparación con otras variantes.

Datos de los CDC indican que, hasta principios de diciembre, la variante JN.1 constituía entre el 15 % y el 29 % de los casos de COVID-19 en los Estados Unidos.