La Agencia Espacial Europea (ESA) ha iniciado las maniobras para estrellar deliberadamente el satélite Aeolus en la Tierra. Este satélite, lanzado en agosto de 2018 desde Kourou (Guayana Francesa), tenía como objetivo mejorar los pronósticos meteorológicos y los modelos climáticos. Después de cinco años de misión, se ha tomado la decisión de llevar a cabo una rentrada asistida, convirtiéndose en la primera de su tipo.
El proceso consiste en utilizar el combustible restante del satélite desde el Centro de Operaciones Espaciales de la ESA en Alemania para guiarlo durante su rentrada a la Tierra. La reingreso está planeado para finalizar el viernes, cuando el equipo de la ESA dirigirá a Aeolus hacia una zona del océano Atlántico, lejos de tierra firme.
Aproximadamente a unos 80 kilómetros de la superficie terrestre, la mayor parte del satélite se quemará en la atmósfera, pero algunos fragmentos podrían llegar al planeta. La ESA asegura que el riesgo de que una persona sea golpeada por una pieza de basura espacial es casi tres veces menor que el riesgo de ser golpeado por la caída de un meteorito.
El objetivo de apuntar al Atlántico es que ofrece la mejor visibilidad satelital durante las fases críticas finales de reingreso, lo que reduce aún más el riesgo de entrada de Aeolus en 42 veces en comparación con un reingreso natural. Con estas medidas, la ESA busca minimizar cualquier posible impacto y garantizar la seguridad en la desintegración controlada del satélite en la atmósfera.