Columnistas

La popularidad no gana elecciones.

Por Bernardo Bellizzia Guzmán

Opinión Ciudadana

Quizás una de las premisas que deberían de ser tomadas en cuenta por todos los integrantes de la mal llamada cuarta transformación y por supuesto de MORENA es que la posición que ocupan hoy en día, se la deben únicamente a su patriarca Andrés Manuel López Obrador y a nadie más. El fenómeno Obradorista, fue en su momento tan avasallador que como dijeran por ahí, hasta poniendo una vaca ganaban.

Esto viene a colación debido a que acá en Veracruz como seguramente pasa en otros tantos lugares, muchos de los actores políticos actuales que vienen del partido en el poder, se la pasan diciendo que por ellos y su enorme popularidad es que están ocupando esos lugares de privilegio, que la gente los ama y los respalda, tal vez con la idea de sentirse importantes o populares por encima de quien les dio la oportunidad y que justamente hoy habita Palacio Nacional.

Tan solo hay que recordar que el actual Gobernador de Veracruz fue dos veces candidato por su partido para buscar la gubernatura y no fue hasta la segunda ocasión que logro obtener el triunfo justamente derivado de la ola obradorista; es preciso mencionar que la primera ocasión, es decir en el 2016 solo obtuvo el 26.8% del total de los votos emitidos un poco más de 600 mil votos, ocupando el tercer lugar justo atrás del candidato priista Héctor Yunes Landa que obtuvo un poco más del 33.9% de los votos computados.

Entonces ¿qué es lo que mueve a Cuitláhuac García a pensar que él va a poner candidato o que se puede ganar la elección con facilidad en el 2024?, ¿De donde le sale lo sobrado y buen operador político?, ¿Quién lo aconseja y le habla al odio para ser ahora un gobernante arrogante y mal educado con todo mundo?, ¿acaso será que ya no necesita del pueblo bueno y sabio para ganar su más importante elección? Al buen Cuitláhuac no se le debe de olvidar de donde viene, sus orígenes, lo que era antes de ser candidato, de su paso por lo más bajo de la política callejera, para llegar años después a ser gobernador, el poder marea, enloquece y atolondra, eso es lo que le está sucediendo a García Jiménez y a varios personajes de su primer círculo, lo malo es que la caída suele ser muy dolorosa, y sino que le pregunten a cualquiera de los que han tenido poder de sobra y después caen, ahí es donde se dan cuenta que simplemente el poder se ha ido, se desvaneció, se fue, y vuelven a hacer los seres humanos mortales que eran antes.

Lo cierto es que el poder no es eterno, la impunidad tampoco y a muchos de ellos que dicen ser muy populares igual o más que su jefe político los veremos caer en desgracia mucho más rápido de lo que ellos creen. El 2024 ya está cerca, y los escenarios se van aclarando, y aunque el Presidente no estará en la boleta se meterá con todo a operar la elección más importante de su carrera política, y en Veracruz sabe que los focos rojos están encendidos. Saben perfectamente que Cuitláhuac con todo lo mal que está conduciendo el barco, es más un aliado de la oposición que un amigo de su partido y de su Presidente, eso es un hecho. Veremos qué pasa. Correo electrónico: [email protected]