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Lozoya exhibe a todos

Por Hector Saldierna Martinez

Abriendo Brecha

Por: Héctor Saldierna

¿Quién pensaría que asistir a un restaurante de lujo le cambiaría el destino al tristemente célebre Emilio Lozoya? Habían pasado 16 meses desde que lo trajeron de España para que empezara a describir una narrativa judicial que pondría al descubierto la gran trama de corrupción que caracterizó al sexenio de Enrique Peña Nieto.

Hasta el momento no habría dicho gran cosa y sólo había mencionado el nombre de algunos sobornados, pero sin llegar a la profundidad que había despertado en el ánimo de la opinión pública nacional.

Incluso se le brindaba una vida muy fácil a un personaje que había sido capturado y que ahora se presentaba como un testigo protegido para robustecer el criterio de oportunidad y que hasta el momento permanecía sin cubrir tal requisito.

Sólo la cámara telefónica de la periodista Lourdes Mendoza fue capaz de recordar a la nación el motivo por el que se encontraba Lozoya en el país, detenido por la FGR con la intención de hacer declaraciones que cimbrarían el ámbito político y social de México.

Nada había sucedió hasta el momento. En cambio, se le trataba como un huésped con todos los privilegios. Él podría ir cualquier lugar, sin necesidad de solicitar autorización.

En suma, la estaba pasando de primera. Es más, había sido olvidado por el imaginario colectivo y el principal cómplice de Enrique Peña, clave en la recaudación de recursos para la campaña política y luego también pieza clave también para el soborno de legisladores para la aprobación de la Reforma Energética, no estaba más que de paseo en la ciudad de México.

Seguramente ya había comprado su boleto para asistir a la carrera de Fórmula Uno.

Ahora, el fiscal Alejandro Gertz Manero se acordó también que está llevando un caso que prácticamente había archivado y apostaba para el olvido colectivo.

Ahora, el juez del caso consideró necesario dictar auto de prisión preventiva, tomando en cuenta que podría darse a la fuga, debido a sus grandes posibilidades económicas.

LAS TAPAS DE REGISTRO

En estos días se ha mencionado con insistencia la muerte accidental de un niño en Infonavit Chivería, quien cayó en una instalación de la CFE cuya tapa había sido robada por unos maleantes. No se trataba de algo excepcional, sino que se sabía desde hace mucho tiempo que las tapas de metal o de registro de la CFE y MAS de Agua Potable habían sido robadas.

En el centro de la ciudad hay muchos casos, de acuerdo a los reportes que ha manejado la prensa. Igualmente en el norte de la ciudad. La realidad es que hasta ahora se preocuparon en el asunto. Podría decirse coloquialmente que hasta que se ahogó el niño se tapó el pozo.

Esto habla de una problemática social de gran envergadura, pero sobre todo exhibe las llamadas fuerzas del orden o policía municipal que hasta ahora no están cumpliendo su trabajo adecuadamente. No es cualquier cosa que hurten una tapa de registro y no pase nada.

Los delincuentes siguen tan campantes que están seguros que no les pasará nada. Llevan muchos meses con esta actividad y sin ningún tipo de castigo. No hay quienes los denuncien y la policía como que sí no pasa nada.

Pero ahora sí paso. Y no es más que la exhibición de una deficiente tarea policíaca y también la falta de interés de las compañías a las que sustraen esas tapas, cuando bien podrían cambiarse con otro tipo de materiales de menor valía.

Y en ese círculo criminal y de malas prácticas tienen que verse también a las personas que compran esas tapas de metal. Es una cadena de impunidad y que sólo muestra que estamos muy mal en varios aspectos de la vida cotidiana y del orden que debería de imperar. Las autoridades municipales no están funcionando adecuadamente. No es este cuatrienio, sino es el cúmulo de varios que enfatizan que cada vez hay menos interés en la tarea de bien gobernar y, en cambio, están más bien orientados hacia otros aspectos del orden económico y material que pierden su objetivo de la función que deberían cumplir en bien de la ciudadanía.

Y eso que hablamos de tapas de registro. ¿Se imaginan su desatención a los varios aspectos de la vida municipal?. Vamos como los cangrejos. Hacia atrás en lugar de avanzar.

Y hasta la próxima.