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Historia masónica, irreverente para algunos. Parte 1

Por Luis Martínez Wolf

Barloventeando

            Una falla humana, muy común, ha traído de cabeza a los Masones desde que la orden tomo la decisión de codificar sus procedimientos y ceremoniales. Deben tener siempre presente los Masones operativos del siglo XVI, eran hombres sabios, principalmente dedicados a la Arquitectura, para construir un gran edificio, tomaban en cuenta disciplinas científicas de toda índole, pero deberían atender imperativos dogmáticos anticientíficos, los templos deberían tener una orientación astronómica que mas que atender asuntos meteorológicos, estaban sujetos a cuestiones mágicas tradicionales que imponian los sacerdotes, apoyados en mitos, siempre atendiendo documentos que su observancia era imperativa, tal y como se impone hoy en los templos católicos que se termina la letanía recordando la sentencia “Palabra de Dios”.

Recordemos que el templo de Salomón había sido diseñado por mandato divino, todo con un significado que se distorsiona tanto como manejo habilidoso puedan hacer del dogma los sacerdotes y los constructores.

Ahora bien, además de Masones y constructores, sus antepasados eran también empresarios que cuidaban de su bienestar económico, atendían los caprichos de los Gobernantes, reyes, príncipes y toda la cauda de señores amos de vidas y haciendas, tal y como se acostumbraba durante el medioevo, su ciencia la manejaban atendiendo leyes que ellos sabían deberían respetar, pero también entendían que el capricho y megalomanía, les ganaba la simpatía de reyes, además de buenos ingresos económicos y libertad de movimientos para realizar obras menores que cobraban con aranceles que ellos imponían, sin pago de tax y con entera libertad para el juego artístico.

El secreto de su arte y técnica de construcción lo transmitían en talleres escuela en los que admitían a estudiantes de probada o evidente inteligencia, además de enseñarles la profesión los involucraban en juramentos que permitía mantenerlos libres en un mundo que solo los nobles y sacerdotes podían disfrutar.

Un distinguido Mason hablaba de lo atractivo que tiene lo secreto, es totalmente cierto, los Masones operativos de la edad media, en que solo lo eran los miembros de la realeza, eran notables por haber presionado a los Hermanos mas importantes para que les admitieran dentro de las Logias, algunos con el sano deseo de aprender lo que sabían los sabios Masones, muchos otros por curiosidad y por la incultura campeante en esos tiempos, se estaba seguro que los Masones tenían pacto con entidades mágicas que los instruían para edificar portentos como la catedral de Colonia y otras de atrevida y grandiosa arquitectura.

Los Masones operativos, también estaban involucrados en muchas disciplinas especulativas científicas, debieron dar entrada en sus Logias al mundo de la Nobleza inculta de esos tiempos, deben haber aprendido ambos a tolerarse y crear un ambiente simbiótico en que a los nobles que les interesaba, aprendieron de los sabios masones y estos pudieron mantener su estatus de libertad, para cobrar honorarios y viajar por todos los confines del mundo conocido de entonces. Auténticos y reales Freemasons (Masones libres) fueron los nobles que se incorporaron a las Logias, al igual que los Masones. que por derecho ya lo eran.

Entendamos entonces el gran secreto y el involucramiento que se dió entre ambos grupos, los nobles dieron simbólicamente a los Masones un status semejante al de ellos, siendo iguales por que los Masones dieron conocimientos y los nobles lo asimilaron, crearon un mundo simbólico, pudiera llamarse ficticio en que para establecer la igualdad, lo único que podían dar los Nobles en Logia era sus rimbombantes títulos nobiliarios, sutil pero sin tregua el movimiento. ¡AGUAS!

Agosto 26 de 2021     [email protected]       Luis Martínez  Wolf