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Indiferencia hacia la ciencia

Por: Héctor Saldierna

Ante el flagelo que ha azotado a la humanidad durante 2020 y 2021, representado en el virus SARS Cov-2, líderes mundiales de investigación entraron en una fuerte competencia en la búsqueda de generar el biológico que contuviera la infección. Así fue   que Pfizer, Moderna, Sputnik V, CanSino y otras vacunas hicieron acto de presencia para aliviar una difícil situación que reporta más de 3 millones de decesos y más de 40 millones de contagios a nivel mundial.

No fueron pocos los escépticos que condenaron el tiempo récord en que se produjeron las vacunas, pero al mismo tiempo ha ocasionado que sólo sean unos cuantos países que cuentan con la posibilidad de inyectar a sus poblaciones. Hasta el momento se han aplicado más de 905 millones de dosis.

Son muchos los países que están fuera de esa posibilidad, empezando por la fuerte inversión que implica pagar el inmunizante, además que se ha convertido en un gran negocio para las farmacéuticas y cuyo valor asciende aproximadamente a 152 mil millones de dólares.  

Hasta el momento, las naciones con bajos ingresos apenan han accedido al 0.02 por ciento de vacunas.

Aunque es verdad que al gobierno mexicano se le critica hasta en lo mínimo, la realidad es los resultados no pueden ser muy desdeñosos. México se encuentra entre las primeras once naciones en el mundo que han vacunado a más de 14 millones de personas.

Sólo está por debajo de Italia, Indonesia y Francia y otras ocho naciones. Por encima de Chile, Polonia y casi a la par que Rusia. Ha vacunado más gente que en Canadá, por ejemplo. Se tiene el mérito de la gestión para obtener un gran número de dosis y ha realizado convenios con varios países.

El país que más ha inmunizado es EU con más de 200 millones de personas, mientras que la república de China ha puesto el biológico a 198 millones de seres humanos. Son las principales potencias en vacunación de sus respectivas poblaciones.

En el caso de México cabe destacar que estos últimos días, sobre todo la última semana, se aplicaron más de 500 mil dosis diarias, por lo que se constituye en récord de atención. Se prevé que el número crezca en los próximos días. Se han mejorado los sistemas logísticos de vacunación y ha crecido sustancialmente el número de personas inmunizadas.

VACUNA MEXICANA

Sin embargo, hay que anotar que México está desarrollando su propia vacuna, a la que se le ha llamado Patria. La está desarrollando el Conacyt y se espera que esté lista para fines del presente año. Todo eso está bien, pero es importante mencionar que hay ciertos olvidos e indiferencias hacia otras instituciones nacionales que también están realizando una importante tarea en materia de vacunación.

Una de ellas es una institución de gran prestigio. Se trata de una Universidad de la que fueron rectores Miguel Hidalgo y José María Morelos. Cada quien en su momento histórico. Es precisamente la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Esta institución ha invertido cerca de un millón de pesos en el desarrollo de una vacuna que ha tenido ya buenos resultados.

Es el investigador Alejandro Bravo, titular del Centro Multidisciplinario de Estudios de Biotecnología (CMEB), quien indica que los últimos ensayos en ratones se ha obtenido una excelente respuesta, por lo que estima que a fines de este año debe estar en condiciones de aplicarse en humanos, una vez realizándose las pruebas previas respectivas.

El Dr. Alejandro Bravo Patiño indica que es una vacuna mosaico, la que tendría la capacidad de contener cualquier tipo de virus, al dotar al sistema inmune la capacidad de eliminar el virus de SARS CoV 2.

La problemática aquí es que no cuentan con los suficientes recursos económicos para concluir la investigación. Es un caso parecido a otra institución, la Universidad Autónoma de Querétaro, cuya rectora Teresa García Gazca, ha puesto en la llaga la falta de apoyo de parte del gobierno federal.

En su momento ha mencionado que se necesitan 20 millones de pesos para avanzar en las etapas de experimentación y no ha habido respuesta oficial. Más bien indiferencia.

Es una lástima que el gobierno que en apariencia tiene otra visión y que le interesa el aspecto nacionalista, curiosamente se muestra indiferente con estas instituciones nacionales que están realizando una enorme tarea de investigación y que de ser factible estas vacunas se sumarían a la de CONACYT, con lo que el país tendría mejores respuestas para inmunizar a la población total, con grandes ahorros económicos por otra parte.

Se evitaría, lógicamente, seguir comprando el biológico en el extranjero y apoyar, en contraste, el talento nacional. Hace falta para entrar en una verdadera congruencia.

Hay que recordar que en el país existe un gran número de universidades que cuentan con centros de investigación y que podrían hacer grandes actividades en beneficio de su población. Ahora lo que necesitan es que el gobierno advierta su presencia y conozca la trascedente tarea que realizan para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.

Por ejemplo, la Universidad Veracruzana cuenta con Microna, un centro de investigación, mientras que el Instituto Tecnológico de Veracruz cuenta con UNIDA. De gran prestigio en el tema de alimentos.

Pregúntele a los políticos sí los conocen. Lo más seguro es que digan que no y de ahí la respuesta indiferente de lo que representa la ciencia para el desarrollo de un país.

Hace algunos años entrevisté a una investigadora, quien decía que la indiferencia del gobierno era resultado de la ignorancia de los políticos. Al no conocer las bondades de las instituciones de investigación, no tienen la menor idea de lo que podrían hacer para catapultar el desarrollo y el progreso.

Y hasta la próxima.