Columnistas

Erika Blix, sí al debate

Por Omar Zúñiga

DE PRIMERA MANO

Pide la candidata naranja que vayan los tres

*La pelota está en la cancha de Ana Miriam

*A emplacar la motito

“Si yo soy Virgen

puede haber un milagro”

Ínclito

Sí estoy dispuesta a debatir, pero sólo si vamos los tres, aseguró contundente Erika Blix, candidata de Movimiento Ciudadano a la diputación federal por el Distrito 10.

La respuesta viene a cuento porque Américo Zúñiga, candidato por el mismo distrito, por la alianza Fuerza y Amor por Veracruz, mostró los oficios de respuesta que le hizo llegar el INE, a la petición de que sus adversarias, la misma Blix y Ana Miriam Ferráez de Morena, le pusieran fecha y hora para poder realizar un intercambio de ideas, a lo que se negaron (hay que recordar que los debates tienen carácter de “obligatorios”, pero no hay sanción alguna a la negativa de asistir).

Esto fue a principios de la campaña, que para el caso de las diputaciones federales, empezó hace un par de meses.

Sin embargo, Blix finalmente fue localizada y confrontada por su negativa a debatir.

La respuesta es que ella nunca se ha negado, por el contrario, pero que haya reglas claras.

“Si va a haber un debate, debemos ir los tres, para que haya equidad, nunca me he negado, pero esa debe ser la condición”, sostiene la candidata ciudadana oriunda de Xalapa.

Tampoco se cierra a la posibilidad de una confrontación de ideas tête à tête con alguno de los otros dos candidatos, “pero a través de un conversatorio y nadie me ha invitado (sic)”.

Con estas aseveraciones, la pelota ahora queda en la cancha de Ana Miriam Ferráez, que dicho sea de paso, ha mostrado y demostrado en su gris paso por la legislatura local, que la tribuna no es lo suyo.

Sin embargo, sería muy interesante que aceptara este debate para conocer de viva voz lo que piensa sobre Xalapa y su problemática y por supuesto la propuestas que tiene para llevar al Congreso de la Unión y aterrizarlas en apoyos para la capital veracruzana.

De esta manera, también se quitaría de encima el estigma de ser una buena para nada, que sólo va a cobrar la nada despreciable dieta legislativa y por supuesto las prebendas que vienen con el cargo.

Blix, por vía de mientras, asegura que hay que trabajar fuerte para contrarrestar la “desevolución” que ha sufrido Xalapa a lo largo de los años, por eso quiere llegar a San Lázaro, para desde ahí aportar el famosísimo granito de arena, ese mismo granito que llevó un chingo de gente para formar el desierto del Sahara.

Veremos pues, cuál es la respuesta tanto de Américo como de Ana Miriam a la propuesta que lanza Erika Blix, la ciudadana que buscó al partido naranja con las ganas de que le abriera la puerta y participar en política por primera ocasión y aportar lo suyo por el bien común.

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Para documentar el optimismo, Erika Blix se transporta en una motito; ataviada con equipo, casco por supuesto (como debe ser), supongo que para abonar a la complicada movilidad de la ciudad y evitar la emisión de partículas contaminantes a la atmósfera, al tratarse de un vehículo eléctrico, además que, por supuesto, está decorado con su propaganda (buena estrategia de marketing).

El maldito “pero” de siempre, es que debería emplacar su motito, para cumplir así las normas que nos rigen y hacer ciudadanía.

¡Qué barbaridad!

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