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Un Infierno madre génico, emparentado con las diablas

Por Luis Martínez Wolf

Barloventeando

´        Soy un veterano de muchas batallas, las he padecido en diferentes formas, revoluciones, sin ser protagonista, inundaciones por huracanes, desorden meteorológico y el cambio climático que hoy nos ataca, muchos han sido aleatorios, los ciclones o los sismos de valor arriba de 5 no sabe uno cuando golpearan, pero lo que vivimos estos días es algo que se produce por nuestra causa, el desorden climático tiene causas antropogénicas, pero lo antro más pavoroso es lo que estamos viviendo estos días, hoy en nuestro Veracruz amado se  avecina al infierno, aunque el termómetro marca 34 grados, la sensación térmica está por arriba de 40, ¿Que tanto?   sepa madres. Lo peor, hay cambio sin previo aviso.

Una norma climática establece que si movemos un termómetro de dos bulbos, uno en contacto directo con la atmosfera y el otro impregnado dentro de una gasa humedecida con agua, al darle movimiento centrífugo circular con violencia, el bulbo húmedo baja varios grados como un indicador de la humedad ambiental, después de consultar una escala en tablas ad hoc, sabemos cómo anda esto del enfriamiento evaporativo,  es decir, la humedad ambiental, al relacionarla con la temperatura marcada en el bulbo seco, nos indica la conveniencia o no, de modificar la operación de las torres de enfriamiento.

Ahora nos hablan de la sensación térmica, una cosa es la temperatura del termómetro y otra es la sensación que experimentamos los humanos, el caso es que no hay enfriamiento evaporativo pues es la saturación del aire, la humedad relativa la que nos coloca en la sensación de calor que experimentamos, como decía un maestro, no confundan calor con temperatura, sea como sea, el caso es que donde ahora vivimos, andamos muy cerca del infierno, feudo de satanás y compañía. Busquemos lo más pronto posible el mecanismo de regulación que maneja satanás, para tenernos acogotados con esta temperatura infernal, yo siempre presumí de mi comportamiento isotérmico, me hacían los mandados el calor o el frio, mi cuerpo respondía manteniendo una sensación tolerable, pero hoy, el perro se ha mantenido más tiempo dentro del espacio en que la tierra está más cerca del sol, y con seguridad es el terreno donde el demonio calienta sus pailas atmosféricas para cocernos.

Bueno, basta de tarugadas, lo que nos pasa en estos dias en algunas horas, es consecuencia de lo tontos que somos para controlar los espacios en que sobrevivimos, necesité ir a la zona de Boca del Río a las 14:30 horas, no me espantó ver la temperatura que andaba en 33 grados centígrados, me empecé a inquietar cuando el tráfico de vehículos causó increíbles congestionamientos, el termómetro de mi caro no se espantó, subió hasta 35 grados pero por radio escuché que la sensación térmica era de 42 grados, eso si esta cabrón, empecé a sufrir y de plano paré el vehículo, baje del carro y me senté bajo un frondoso árbol, todo mejoró, haciéndose soportable ¡Gracias árbol!  el ambiente fue soportable.

Descansando, razoné y logré un descubrimiento de fábula, las madres que van a recoger a sus hijos a las escuelas, intensifican a lo bestia el tráfico y si consideramos la temperatura de los gases de escape de los motores, superior a 300 grados, esa es la causa del infernal calor, influyen diversas causas antropogénicas, más a ciertas horas la causa es madregénica, las muchas madres que van a recoger a sus hijos a la escuela. ¡AGUAS!

Marzo 20 del 2021     [email protected]              Luis Martínez Wolf