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Por Luis Martínez Wolf

Barloventeando

Culpa es de la alteración ambiental no APIVER

Pasaron los buenos tiempos en que la pesca desde los muelles era un negocio del que podían vivir pescadores de muro, sacaban lo necesario para comer buen pescado y obtener un lucro suficiente para sobrevivir. Los pocos pescadores con lancha de madera cerrados, salían de “Nevada” por tres o cuatro días hasta los lejanos pesqueros de Roca Partida y regresaban con su bodega repleta de huachinango y extraviado.

El área hoy convertida en ampliación del puerto, era zona de abundante pesca, muchos lanzando el  largo chinchorro playero, no más allá de Punta Gorda, se obtenía abundante pesca, entre diversión y negocio, era el día siguiente a la caída del Norte en el muro Norte, muchos aficionados y profesionales hacíamos numeroso grupo lanzando el cordel a más de 50-75 metros para capturar el cazón que sin falta arribaba a la cercanía del muro, todos llevábamos a casa uno o más cazones para preparar el delicioso salpicón de cazón. Gratos recuerdos que ya pasaron, sin retornar las condiciones.

Hoy se culpa a APIVER por el daño a un recurso del que mal o bien vivían los pecadores, pero andamos sin querer ver y tratar de resolver el problema atacando su causa. APIVER invadió un área en la que ya no se pescaba como antes, querer buscar culpable es posible encontrarlo analizando la realidad, el daño ambiental hecho aguas arriba de los ríos, han producido el acarreo de contaminantes de todo tipo, los deltas de los ríos eran asentamiento de grupos de pescadores que buena captura lograban de diferentes especies, la mayoría se asentaba en las cercanías de los deltas para facilitar su trabajo, hoy los deltas son áreas empobrecidas, los peces migraron o se fueron extinguiendo por causa de la contaminación.

Tiempo es de que los pescadores cambien su forma de obtener pescado, la captura como antes se lograba es prácticamente un trabajo inútil; no es que los peces se hayan retirado de los pesqueros donde antes obtenían los pescadores el sustento, es que no hay la abundancia de peces que antes existía, al no haber peces y aumentar el número de embarcaciones de fibra de vidrio con motor fuera de borda, el trabajo se realiza sólo por diversión o sobrevivencia financiada por el Gobierno derivado de los reclamos y amenazas de los líderes.

El negocio de obtener pes a es posible pero no la actividad aleatoria con cordel y anzuelo o chinchorro playero, tiempo es de que los pecadores acometan la producción pesquera por medio de la moderna instalación de viveros productores de las especies acuícolas con programación, el financiamiento está disponible, nacional y extranjero, por parte de las empresas comercializadoras de pescados, crustáceos y mariscos. “¡AGUAS!”

Febrero 11 de 2021           [email protected]             Luis  Martínez  Wolf