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Un ciclo más.

Por Luis Humberto Muñoz Vazquez

Panoramas de Reflexión

            Y ya que nos prepáranos para iniciar un año más, un ciclo más, un 2021 lleno de fe, esperanza, caridad, armonía, concordia, paz y prosperidad; hagámoslo sin quebrantarnos tanto por la oscura y vertiginosa inminente escalada de precios y abusos que se nos vienen encima, sino luchando y sirviendo para seguir siempre adelante con mucho entusiasmo, alegría y confianza. Que no nos desamparen jamás las fuerzas para emprender nuevas rutas más concretas, sin límites, pensando siempre también en los demás.

            Procuremos ser más amables y condescendientes, tolerantes y prudentes, con la gente que nos rodea, que nos apoya, que nos ayuda a trabajar y a conservar lo que con esfuerzos hemos logrado. Mantengámonos más activos, emprendedores, luchadores sociales, jamás individuales. Proclamemos y procuremos el bienestar social, jamás sólo el personal; colaboremos juntos a construir la equidad y la justicia social, aunque bastantes procuren lo contrario. Intentemos ser más tolerantes y respetuosos con los demás, más inclusivos y nada prejuiciosos. Seamos creativos, productivos, y no olvidemos jamás colaborar con aquellas empresas o personas que se ocupen de repartir bienes y servicios, en pos y en aras de la humana solidaridad con nuestros hermanos en desgracia o que requieran de nuestro apoyo y esfuerzo. No se quede usted con las ganas, mejor actuemos. Seamos propositivos y hagamos las cosas con voluntad y convicción propia. Practiquemos la caridad y tengamos misericordia de las personas o grupos que más nos necesitan. Iniciemos con una plegaria al Padre plena de gratitud y esperanza, libre de egoísmo, de celos, envidias y ambiciones. Pletórica de paciencia, experiencia, inteligencia y anhelo de felicidad, sin dañar a nadie. En la vida, todos procuramos nuestro propio bienestar económico y social sin importar que lo que hagamos afecte a terceras personas y sin embargo, por ejemplo, también practicamos la caridad efectuando donaciones porque nos conmovemos con las desgracias que sufren nuestros hermanos como consecuencia de enfermedades o desastres naturales. Para unas cosas somos tolerantes, generosos, compasivos y magnánimos; sin embargo, para otras, somos más que hipócritas, despiadados, agresivos e intolerantes con los demás. Yo le invito a que reflexionemos en esos aspectos de nuestra personalidad y a que hagamos algo al respecto por nosotros mismos, y en consecuencia, por nuestra colectividad. Tal vez encontremos muchas situaciones semejantes en nuestra persona u otros aspectos que podamos mejorar para este año. No somos perfectos pero si perfectibles, muchas cosas son las que podemos cambiar mejorando nuestra actitud para con los demás.

            Es cierto, los días en que más se sensibilizan los corazones van de salida, pero que eso no sea motivo para dejar de ser condescendientes con nuestros cohabitantes en los siguientes días y siempre. Hagamos de esto una razón más de vida. Vivamos para servir. Seamos verdaderos hermanos, verdaderos amigos, verdadera familia. Que tenga un feliz Año Nuevo amigo lector, que todas sus metas, aspiraciones, deseos y anhelos se cumplan en este año y siempre, y sobre todo, no dude ni un instante en ser solidario; es más, propóngaselo. ¿No lo cree usted así amigo lector? Piénselo un poco. Que tenga un buen día.

Luis Humberto.

Integrante de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A. C. (REVECO).