De acuerdo con especialistas, el riesgo de contagiarse de COVID-19 si se acuden a la playa, al cine, a correr, al tianguis, al usar el metro o al asistir a un bar, puede ser bajo, medio o alto.
Al cumplirse dos semanas en la llamada ‘nueva normalidad’ en el país, las autoridades sanitarias buscan que la población retome ciertas actividades sin dejar de aplicar las medidas sanitarias, sin importar el color del semáforo de riesgo.
Al acudir a una playa existe de bajo a mediano riesgo de contraer COVID-19, informa Alejandro Macías, infectólogo y excomisionado contra el virus A-H1N1, al señalar que esta actividad es de riesgo bajo pues el virus SARS-CoV-2 se diseminaría en un ambiente abierto, pero advierte que el problema es el viaje hacia la playa y el regreso; si se utiliza un transporte público, si se usa avión, si varias personas van en el mismo vehículo.
Ir de compras a tiendas departamentales conlleva de bajo a alto riesgo, en opinión del doctor Macías, quien destaca que estos sitios representan un riesgo relativamente bajo si no se acude a socializar con las personas, se mantiene distancia, se higienizan manos y si se porta cubrebocas.
Agrega que el contagio del COVID-19 al probarse ropa es de bajo grado porque el virus no sobrevive bien en las prendas, aunado a que cadenas como Liverpool ya anunciaron que sanitizarán, tanto las prendas, como los probadores.
Mientras que correr al aire libre existe de bajo a mediano riesgo porque el virus tiene una muy baja concentración en un espacio abierto, por lo cual en un parque o una pista de atletismo hay baja probabilidad, lo cual bajo no quiere decir que no se deban tomar precauciones adicionales porque el riesgo sube a medio si el número de personas en el espacio en el que haces ejercicio aumenta.
Al acudir a un tianguis conlleva de mediano a alto riesgo y aconsejan que no se le compre a los vendedores que no utilicen cubrebocas y si no hay urgencia de ir, advierten que es mejor abstenerse de acudir a estos sitios.
Trabajar en una oficina conlleva de mediano a alto riesgo porque la es la ventilación la que decide si el espacio al que no se ha asistido desde hace meses, por realizarse el homeofice, por la pandemia sea considerado con riesgo medio o alto, aun si se cuenta con ventanas abiertas e implementa una distancia mínima de un metro y medio entre los empleados y con implementación de filtros sanitarios en los accesos para identificar si hay alguna persona con síntomas de COVID-19. Y el riesgo pasará a alto cuando exista una aglomeración importante y una mala ventilación
Subirse a un autobús conlleva de mediano a alto riesgo por la pobre e intermitente ventilación hace de los viajes en estos transportes, que muchas personas usan para llegar a su trabajo.
Al asistir al cine existe de mediano a alto riesgo, al ser un espacio cerrado, mientras que el cuántas personas haya contigo en una sala puede bajar o aumentar el riesgo de contagio de COVID-19.
Acudir a un bar o antro conlleva un alto riesgo de contraer COVID-19 por la dificultad para mantener la ‘sana distancia’ con los otros asistentes,, ya que las personas pueden usar mascarilla pero el riesgo se incrementa si hay una alta cantidad de personas y el ambiente no está bien ventilado.
Al ir a un gimnasio existe un alto riesgo porque el esfuerzo físico que conlleva hacer una rutina en estos lugares significa que quien se esté ejercitando estará lanzando una cantidad de secreciones y se va a estar respirando el aire que están generando los demás, por lo cual las secreciones se pueden ir volando e infectar más allá de 10, 15 o 20 metros e inocularse directamente a los pulmones, aunado a los aparatos que se convierten en superficies de uso común con un riesgo adicional.
Al asistir a misa, existe de mediano a alto riesgo porque la gente está hablando cuando está rezando, a veces están cantando y además que las naves de las iglesias no proporcionan una buena ventilación.
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