La Secretaría de Salud (SSa) ha informado sobre la situación actual de ocupación hospitalaria por COVID-19 en México. Según los datos proporcionados, de las 5,489 camas disponibles en el sistema nacional de salud para atender a personas con COVID-19, la ocupación actual es del 5% en camas generales y del 1% en camas con ventilador. Esto significa que, en números concretos, hay 183 camas generales y 25 camas con ventilador actualmente ocupadas.
Es relevante destacar que la flexibilidad y capacidad de reconversión de los hospitales del sector público permiten ajustar y aumentar su capacidad de respuesta según la demanda. La tendencia en la transmisión del virus SARS-CoV-2 muestra un descenso notorio, reflejándose en una disminución tanto en la demanda de atención como en las defunciones, en comparación con las olas epidemiológicas anteriores.
Este fenómeno se atribuye a la implementación exitosa de la Política Nacional de Vacunación contra el COVID-19 en México. Aunque se ha observado un incremento en la incidencia de casos durante la temporada invernal 2023-2024, la ocupación hospitalaria y las defunciones se mantienen en cifras mínimas.
Es esencial destacar que desde que se declaró el fin de la emergencia sanitaria por la pandemia en mayo de 2023, los hospitales han retomado las camas que se habían reconvertido para atender a pacientes con COVID-19, permitiendo una atención integral de otras necesidades de salud. La disminución en el número de camas destinadas para pacientes con COVID-19 puede generar reportes que muestren un porcentaje mayor de camas ocupadas, pero esto se debe a la adaptabilidad de cada hospital para evaluar y determinar cuándo es necesario reconvertir camas según la demanda.
La SSa subraya que la campaña nacional de vacunación contra la Influenza y el COVID-19, que inició el 16 de octubre, continúa activa. Además, se reiteran las medidas de prevención y promoción de la salud, incluyendo la vacunación para aquellos que pertenezcan a grupos de alto riesgo y la observancia de prácticas higiénicas, como el lavado frecuente de manos, uso de cubrebocas y ventilación de espacios cerrados. Estas acciones buscan mantener el control de la situación epidemiológica y garantizar la seguridad y bienestar de la población mexicana.