La familia de Viridiana Moreno, la mujer que desapareció tras acudir a una cita de trabajo en Ciudad Cardel, no tiene la certeza de que los restos entregados por la Fiscalía General del Estado (FGE) correspondan a ella.
Enrique Moreno Marini, papá de la joven, afirmó que esa percepción continúa porque hubo anomalías en el segundo peritaje que realizó un laboratorio privado que ellos mismos contrataron para despejar dudas.
Narró que a 25 días de haber tomado las pruebas, el perito a quien se le depositó la confianza del procedimiento avisó que supuestamente se enfermó de COVID-19 y que el trabajo lo estaba haciendo otra persona de la misma empresa contratada.
En entrevista con XEU, ante esa situación se dijo insatisfecho porque “desgraciadamente nos metemos con gente de poder y no podemos con eso”.
Sin embargo, él y su familia ya se resignaron y descartaron solicitar un tercer estudio que confirme los resultados de la autoridad (que los entregó en tres días) y los de la compañía independiente que se encargó del segundo análisis.
¿Entonces no tiene la certeza que esos restos que entregó la Fiscalía sean los de su hija?
“Al cien por ciento certificado no; no fue lo que quería saber, los resultados del laboratorio en quien puse mi confianza”.
Inclusive, agregó, el laboratorio particular tampoco les ha brindado la información completa del porcentaje de compatibilidad que existe entre los restos y la familia, ya que al igual que la FGE solo se limitó a decir son “positivos”.
Lo anterior ha ocurrido porque “Fiscalía nunca quiso presentar el dictamen de porcentaje”, algo que requería el estudio de índole privada para poder “confrontarlos”.
Ahora la defensa insistirá en que la FGE acepte la denuncia por desaparición forzada, algo que se ha negado a hacer, y que llame a declarar al gobernador, Cuitláhuac García, quien inicialmente dijo que Viridiana estaba “resguardada”, puntualizó.
