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La decadencia del PRI: «todo por servir se acaba»

Por Alfredo Bielma Villanueva

Después de las elecciones del dos de junio la geografía política de México se viste con los colores de MORENA, con el agregado del impacto colateral en el diagrama partidista de este país, pues el PRD perdió su registro después de 35 años de intensa interlocución política desde la izquierda mexicana. De acuerdo con los resultados electorales el Partido Acción Nacional (PAN), consiguió 9 millones 644 mil 918 votos; el Partido Revolucionario Institucional (PRI) 5 millones 736 mil 759 votos, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) 1 millón 121 mil 020 votos; el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) obtuvo 4 millones 677 mil 057; el Partido del Trabajo (PT), 3 millones 882 mil 813 votos; Morena, 27 millones 364 mil 649 votos y Movimiento Ciudadano 6 millones 204 mil 710 votos, es decir, relega al PRI al cuarto lugar. Nacido en 1989 el PRD llegó a su ocaso, mientras que el PAN con registro desde 1939, y el PRI emergido en 1946 aun se mantienen vigentes, aunque las circunstancias que rodean al PRI no se configuran para un diagnóstico optimista en el futuro inmediato. En realidad, el deterioro del PRD inició con la ruptura de López Obrador para irse a formar MORENA adonde emigraron los mejores cuadros, López Obrador y Muñoz Ledo entre ellos, a continuación la debacle final solo era cuestión de tiempo porque con “Los Chuchos” al frente ningún buen augurio podría ser positivo. Ya en el panteón de partidos políticos el PRD hará compañía a un sinfín de siglas partidistas que de alguna manera protagonizaron eventos oposicionistas en este país.

Por esa movilidad política ¿cuál partido se encuentra en el umbral de su muy posible ocaso? El patético desempeño que el Partido Revolucionario Institucional ha venido exhibiendo en los recientes procesos electorales visualizan un futuro nada halagüeño, si tomamos como base que en esta elección no pudo ganar en solitario un solo distrito federal, en subrayado contraste a cuando en 1991 ganó 291 de los 300 distritos en disputa, esa diferencia es la medida de su decadencia. Pero también dimensiona el daño que ha sufrido a causa de la permanencia de Alejandro Moreno al frente del Comité Ejecutivo Nacional, pues con sus reyertas y ambición personales ha provocado una enorme sangría de los cuadros más relevantes. “En los nidos hogaño ya no hay pájaros de antaño”, dice El Quijote en descriptiva frase que retrata bien el grave deterioro en las filas priistas, y se refleja patológicamente  en la nula oposición al interior del PRI al intento de “Alito” de proseguir manejando al partido a través de una sucesión al modo de quienes actualmente lo controlan, nadie opone resistencia a la pretensión de Rubén Moreira de asumir la presidencia del PRI, aunque algunos quizás se abstienen por temor a convertirse en quien organice las exequias de esa institución política cuyo protagonismo fue central y porque la historia de la evolución política de este país durante buena parte del siglo XX no se explica ni se entiende sin el Partido Revolucionario Institucional. Pero así transita la gloria en este mundo, decían en la Roma imperial.