En el hito del centésimo día de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, adoptó una postura desafiante al asegurar que seguirá combatiendo, a pesar de las crecientes preocupaciones sobre las consecuencias del conflicto y las críticas internacionales. Enfrentando acusaciones de genocidio en La Haya, Netanyahu prometió la “victoria total”, incluso cuando el tribunal internacional está por tomar una decisión sobre la ofensiva israelí en Gaza.
A lo largo de estos 100 días, el conflicto ha dejado un saldo trágico, con la muerte de más de 23,000 palestinos, mayormente mujeres y niños, según informes de las autoridades de salud en Gaza. Además, la guerra ha forzado el desplazamiento de la mayoría de la población en la región. Aunque tanto Estados Unidos como otros aliados han instado a Israel a reducir sus acciones militares, Netanyahu afirmó que la guerra persistirá hasta alcanzar los objetivos clave: “eliminar a Hamás, la devolución de todos nuestros rehenes y garantizar que Gaza nunca vuelva a constituir una amenaza para Israel”.
Las tensiones se intensificaron durante las audiencias en La Haya, donde Israel enfrenta acusaciones de genocidio presentadas por Sudáfrica. Netanyahu, al responder a las críticas internacionales, afirmó de manera desafiante: “Nadie nos detendrá: ni La Haya, ni el eje del mal, ni nadie”. También señaló la participación de Irán y sus aliados, incluidos Hizbulá en Líbano y los hutíes en Yemen, sugiriendo el riesgo de un conflicto regional más amplio.
A pesar de los llamados internacionales para un alto al fuego, Netanyahu indicó que la guerra “aún durará muchos meses”. A medida que aumentan las víctimas en Gaza, también se intensifican los pedidos globales para detener la violencia. Los enfrentamientos se extendieron a la frontera entre Israel y Líbano, donde un misil antitanque lanzado desde Líbano impactó en el norte de Israel, resultando en la trágica muerte de un granjero y su madre.
Las críticas dentro de Israel se centran en la evacuación de civiles en Gaza y las preocupaciones sobre la liberación de rehenes. El jefe del Estado Mayor israelí anunció planes para continuar la campaña y aumentar la presión sobre Hamás, buscando el desmantelamiento del grupo y la liberación de rehenes tomados durante el asalto del 7 de octubre. Netanyahu subrayó la necesidad de paciencia, ya que estos objetivos son “complejos de alcanzar y llevarán mucho tiempo”.
Las manifestaciones propalestinas en diversas ciudades, incluyendo Londres, Washington y Nueva York, conmemoraron los 100 días de guerra, exigiendo un alto al fuego y destacando la necesidad de poner fin a la violencia en Gaza. En Israel, la preocupación pública se ha enfocado en los rehenes, con paros laborales y manifestaciones en apoyo a aquellos que aún permanecen en cautividad. La situación continúa evolucionando en medio de llamados internacionales y tensiones regionales.
