Este año, el Premio Nobel de Fisiología o Medicina ha sido otorgado a Katalin Karikó y Drew Weissman por sus destacadas contribuciones en el desarrollo de vacunas de ARNm contra el COVID-19, según anunció hoy la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Suecia.
El reconocimiento a Karikó y Weissman se basa en su publicación de 2005, que en su momento pasó desapercibida pero que resultó ser un punto de partida crucial para los avances posteriores que desempeñaron un papel vital durante la pandemia de COVID-19. El comité del Premio Nobel elogió sus “hallazgos pioneros” que revolucionaron nuestra comprensión de cómo el ARNm interactúa con el sistema inmunológico.
El comité también destacó el ritmo excepcional con el que estos científicos contribuyeron al desarrollo de vacunas en un momento en que la salud humana enfrentaba una de las mayores amenazas en tiempos modernos. Su trabajo ha tenido un impacto significativo en la lucha contra la pandemia.