Varios coches bomba explotaron en Ecuador, incluyendo dos en la capital, Quito, en un ataque sin precedentes en la ciudad. Aunque no hubo víctimas ni heridos, las autoridades los relacionan con el traslado de prisioneros. Se produjeron después del asesinato de un candidato presidencial y el traslado de presos, incluido el líder de una banda de crimen organizado. Se han arrestado a seis personas vinculadas a estos ataques. La violencia se ha desencadenado por el aumento de enfrentamientos entre bandas que disputan rutas y territorios de drogas, particularmente en ciudades costeras como Guayaquil y Esmeraldas.
El sistema penitenciario ha perdido el control de las cárceles, que han sido escenario de violentos disturbios, lo que ha llevado a traslados de reclusos para reducir los conflictos. Los Choneros, una banda local vinculada a cárteles mexicanos y colombianos, lidera la violencia en el país, y grupos similares compiten por el control del narcotráfico y las cárceles. Las autoridades atribuyen este aumento de la violencia a la muerte de “Rasquiña” o “JL”, líder de Los Choneros en 2020, lo que creó un vacío de poder. El país ha visto un aumento significativo en las muertes violentas en los últimos años, convirtiéndose en uno de los más peligrosos de la región.