Prosa aprisa
Cada que compruebo la amistad, la estima, la consideración, la confianza, el aprecio, la credibilidad a ciegas que le tiene el gobernador Cuitláhuac García Jiménez al secretario de Gobierno Eric Patrocinio Cisneros Burgos me acuerdo de Ángel Leodegario Gutiérrez Castellanos, “Yayo”.
(Yayo fue un cuenqueño multifacético: abogado, notario público, orador, periodista, agente del Ministerio Público, magistrado, político, diputado, funcionario público, repentista de música tlacotalpeña; en fin, un hombre con el carácter y la inteligencia natural de los hombres del Papaloapan.)
Ante la estrecha e irrompible amistad, a toda prueba, de Cuitláhuac hacia Eric, Yayo ya hubiera preguntado: pues qué le sabrá, cosa que yo también me preguntó, porque cuidado que lo mete en problemas y se ha adueñado del control del gobierno y el gobernador no reacciona, lo deja hacer y deshacer, lo tolera y no le pone freno.
He escuchado versiones de personas serias y con vínculos con funcionarios y allegados al primer círculo del poder (algunos con intereses comerciales con el gobierno), que es el profesor Atanasio García Durán, padre del mandatario, quien tiene que “jalar” en forma enérgica a su hijo para que actúe en forma correcta, para ubicarlo y que no cometa errores, pero que pesa más la influencia de Cisneros Burgos.
En el gobernador me hago la imagen gráfica de una persona que tiene a un lado de la cabeza a un angelito hablándole al oído y en el otro a un diablito también aconsejándolo, imponiéndose el de color rojo, con cuernitos en la cabeza y una cola negra enroscada al final.
La bronca innecesaria –según creo– en la que está metido Cuitláhuac con el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, en la que al final puede llevarse la peor parte, secretarios de despacho cercanos al titular del Ejecutivo apuntan hacia un autor: el secretario Cisneros. En petit comité señalan que él lo mal aconsejó y lo convenció de que metieran a la cárcel a José Manuel del Río Virgen.
Se lo llevó de “bicicleto” y les comieron el mandado
O sea, luego de que casi todos los fines de semana se lo llevaba a “giras de trabajo” en la cuenca del Papaloapan, distrito de origen de Cisneros, él fue quien lo sonsacó para que aquel fatídico domingo 19 de diciembre anduvieran de “bicicletos” por las calles de Tlacotalpan y jugando billar en unas mesas de esa típica ciudad, esto es, para que descuidara su responsabilidad y ni siquiera se enterara que había llegado Monreal al reclusorio de Pacho Viejo y con una declaración de gran impacto mediático les comiera el mandado.
Ese domingo era un domingo político caliente por un tema por el que tanto el gobernador como el secretario debían estar atentos y cabildeando tanto en Xalapa como en la Ciudad de México para que se resolviera a favor de sus intereses políticos: la solución definitiva en tribunales de la elección municipal de Veracruz, considerada por ellos mismos como la joya de la corona.
Como publiqué en este espacio en diciembre pasado, aquel domingo Monreal no solo vino a Pacho Viejo sino también a Xalapa. Él sí vino a hacer lo suyo y toda esa tarde se reunió con los magistrados de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y los instó a actuar apegados a la legalidad, a darle la razón a quien la tuviera y a que no se dejaran presionar por nadie incluidos los del palacio de gobierno. La resolución fue a favor de Patricia Lobeira, esto es, para el grupo de los Yunes Linares-Márquez, lo que reconfirmó la Sala Superior. En ese cabildeo clave, el cuitlahuismo perdió la joya de la corona.
¿Fue un acto golpista de Ricardo Monreal? A mi juicio, no. Hubo, en cambio, un grave descuido, seguramente por inexperiencia e incluso por irresponsabilidad, y no cabildearon ante la presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Olga Sánchez Cordero, o el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, ambos de Morena y con quienes –se supone– no están peleados, para que los ayudaran con los magistrados federales electorales. Monreal les ganó el brinco y entonces, según cuentan allá adentro, Cisneros propuso ejercer venganza.
Una versión dice que Cuitláhuac no había tomado ninguna decisión pero que el secretario lo aceleró. Que al principio el gobernante no daba su consentimiento hasta que el otro lo convenció y entonces lo autorizó a que procediera. No le costó nada ordenar a la Fiscal General Verónica Hernández Giadáns que actuara y esta le obedeció de inmediato, pues adentro también aseguran ya no tener duda de que es incondicional de Cisneros, no del gobernador.
El problema está vivo, pero, además, creció, pues Del Río Virgen además de ser militante de Movimiento Ciudadano es amigo personal del también senador Dante Delgado, exgobernador, quien se involucró en su defensa; Monreal y Dante, pues, dos pesos pesados de la política nacional a quienes no podrían enfrentar con éxito si no es con el apoyo que el presidente López Obrador ha dado a Cuitláhuac para sostenerlo. Mientras no deroguen la “ley garrote” y no liberen a los detenidos injustamente para que continúen sus procesos en libertad condicional, a la que tienen derecho, Monreal les ganará con la razón y con la ley en la mano.
Ahora le crea otro problema vetando alcaldes
Cómo si el gobernador no tuviera ya suficiente, ahora el secretario Cisneros está a punto de meterlo en otro problema político pues resulta que como varios presidentes municipales, incluidos de Morena, no aceptan someterse a sus caprichos, le ha metido al gobernador la idea de que son enemigos, de tal forma que tiene una lista negra de a quiénes va a vetar y hacerles la vida imposible.
La lista la encabeza el alcalde de Poza Rica, Fernando “El Pulpo” Remes, famoso exbeisbolista, a quien empezó a vetar convenciendo al gobernador para que no enviara a ningún representante del gobierno a su rendición de protesta no obstante que el secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, oriundo de Poza Rica, asistió a otros municipios aledaños, como tampoco estuvo presente la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Cecilia Guevara, vecina de Poza Rica.
Se les olvidó que “El Pulpo” es amigo personal del presidente López Obrador, de quien fue su ídolo cuando brillaba en las paradas cortas con el equipo Tigres de la Ciudad de México, además de que es una leyenda en la historia del béisbol mexicano, por lo que una queja suya en Palacio Nacional no pasará inadvertida. Otro vetado es el joven alcalde Vicente Aguilar Castillo, hijo del dirigente estatal del PT, del mismo nombre.
Se sabe que los vetados van a buscar apoyo del delegado federal Manuel Huerta y del diputado federal Sergio Gutiérrez Luna. ¿Qué le hicieron los vetados al gobernador o al secretario? Nada. Apenas comienzan los nuevos alcaldes y ya tiene conflictos personales con varios de ellos.
Adentro del gobierno se dice que Cisneros ya enloqueció, que no obedece a nadie y menos escucha a alguien pero que goza de toda la confianza del gobernador. Esto me recuerda cuando en 1992 varios presidentes municipales (Olga Lidia Robles Arévalo, de Pánuco; Eva Izaguirre Camacho, de Poza Rica y Enrique Cerón Morales, de San Andrés Tuxtla, algunos de ellos) tuvieron que pedir licencia al cargo y exiliarse de Veracruz porque no se sometieron a las órdenes del entonces Secretario General de Gobierno, Miguel Ángel Yunes Linares, y empezaron a sufrir persecución.
Se trata, pues, la de Eric y Cuitláhuac, de una relación amistosa más que institucional en la que se privilegian los intereses del secretario, no de Veracruz o de los veracruzanos.
Por oficio, la FGR debe estar investigándolo
Lo último del de Otatitlán fue la mención de su nombre, involucrándolo con un grupo, de un integrante de la delincuencia organizada, quien además se dijo su familiar y que al final fue ejecutado. Nunca antes un funcionario del gobierno del estado, de ningún nivel, había sido exhibido así en un video público.
¿Sabrá el gobernador que dado que en dicho video se habló de droga y dinero la Fiscalía General de la República, en términos del Artículo 21 de la Constitución federal, tuvo que haber iniciado de oficio una carpeta de investigación por los hechos señalados?, esto es, ¿que es posible que estén investigando al secretario de Gobierno?
Lo correcto sería que el señor renunciara al cargo para ponerse a disposición de las autoridades federales para colaborar en la investigación y alejar toda sospecha de una relación de un funcionario del cuitlahuismo con la delincuencia organizada, y así poner a salvo el nombre y la imagen del gobernador. Si de veras es amigo de Cuitláhuac, debe hacerlo.
En lo personal, no me quejo. Más de una persona me ha demostrado su amistad, acaso hasta en forma inmerecida, incluso sin haberlo esperado, esto es, tengo verdaderos amigos, no muchos, claro, pero sí varios. Pero cuánto valoraría tener también un amigo como Cuitláhuac.
La CEDH sí pidió derogar la “ley garrote”
En la columna de ayer mencioné que en su momento diversos organismos de la sociedad civil, académicos y abogados pidieron a los diputados que aprobaron la “ley garrote”, al gobernador y a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) que promovieran que se derogara.
En efecto, consta en expedientes que la presidenta de la CEDHV, Namiko Matzumoto, interpuso el 12 de abril del año pasado acción de inconstitucionalidad contra el tipo penal de ultrajes a la autoridad, que se recibió a trámite el día 19.
La Corte radicó el expediente 66/2021 de acción de inconstitucionalidad, que acumuló a la 59/2021 derivada de la solicitud que interpuso la oposición integrada por las bancadas de los partidos PAN, PRI, PRD y MC de la pasada Legislatura. Están a la espera de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelva, pero ni una ni otros dudan que fallarán a su favor.