Barloventeando
Mensaje de mi hermana Clara Loyo Wolf,
Por mis 89 años.
“Tristísima, como consecuencia de renovación de equipo, resulta que Word, no funciona y sólo puedo escribir en este medio y el muy canalla se comió todo lo que había escrito. Casi me convenció de no volver a escribir nada, pero resumiré abreviando lo que les había platicado.
Pues nada, que, en aras de mi salud, decido utilizar mi recurso de la gratitud profunda para salir de mi neurosis y resulta que es tanta la lista de gente a la que amo y les debo mucho por su tolerancia y atenciones, que abrevio y menciono a mis hijos amorosos y bondadosos con su madre, a mi sobrina hija Claudia que me tolera, apapacha y regaña, hizo la declaración de que ella es la tía y yo la sobrina, por declararse más precavida y sensata que yo. Cierto.
Siempre me impresiona la larga lista de amigos, que, a pesar de mis distracciones y desatenciones, tienen conmigo todo tipo de afecto y cuidados, aún a la distancia. Gracias por no perderme de vista, aún desde España y desde Sonora y hacérmelo saber.
Pero mi sensación de pavo real el día de hoy, es la que en todos los días 11 de Enero me hace sentir que nadie tiene un hermano tan chingón como yo y que cumple 89 años a pesar de los pesares. Él es mi hermano mayor y se llama Luis Martínez Wolf, ha pasado por una vida de excesos gratos e ingratos, entre los últimos de carácter físico, han estado una cirugía a corazón abierto, tres formas diferentes de cáncer y los tratamientos convencionales, quirúrgicos y terapéuticos, sin disminuir su ánimo y fortaleza.
Para asombro de los médicos, éste hombre, extraordinario científico, inventor y empresario, cuyo libro de cabecera es la última edición de Medicina Interna de Harris, entre otros, continúa con su lucidez acostumbrada, escribiendo su columna Barloventeando diariamente, cocinando cotidianamente como si fuera a recibir invitados, ¡haciendo proyectos para sus 100 años!!
Ha sido por su trayectoria profesional, acreedor a un sinnúmero de reconocimientos, creo que el que más le gusta es el premio anual que otorga la Organización Marítima Internacional y que él recibió en Londres, como primer Latinoamericano, por su aporte al beneficio de los mares. No podría jamás decir que es humilde, pero le molestó mucho que la página de Conacyt lo mencionara como Doctorado por la UNAM y les hizo la aclaración puntual que él era simplemente egresado de la Escuela Náutica Mercante “Fernando Siliceo”. Inteligencia fuera de serie, amante de la vida, asesor y crítico despiadado de muchos políticos, sigue siendo para mí el hombre admirado que me enseñó, tomada de su mano y caminando por el bulevard, cuántos años luz había entre los planetas y a mirar siempre hacia las estrellas. Gracias por el privilegio de ser su hermana y de que a sus 89 me siga enseñando muchas cosas.” … ¡AGUAS!
Enero 11 del 2021 [email protected] Luis Martínez Wolf
Barloventeando
Aunque ambos sufren por igual
Quien merece primero la vacuna Médicos o Burócratas
El SARS-CoV-2 trae de cabeza a la sociedad, las penas que todos sufrimos ante la amenaza del virus, ha modificado las estructuras mentales, filosóficas y las morales, la alteración de la personalidad nos conduce a emitir juicios errados, se han creado héroes en asuntos tan normales como lo eran antes, los médicos al decidir tomar la carrera, sabían que era una actividad peligrosa, dependiendo de las condiciones prevalecientes, exponen su vida o ponen en riesgo su salud, por tiempo indefinido y consecuencias igualmente impredecibles, pero graves, calificarlos de héroes por desempeñar su profesión es un error. Merecen admiración y atención.
También, merecedores de admiración es la actividad de quienes pudiendo apartarse de las áreas infectadas, su cualidad filantrópica de amor a la humanidad, les impulsa a la atención de enfermos, con grave riesgo de contagio y enfermarse de la epidemia atendida, pero lo que tenemos que analizar, no es la calificación de héroes o simplemente cumplidores del trabajo y profesión por la que optaron al decidir la profesión por ejercer.
Yo soy marino mercante y en mis tiempos de andar en alta mar, pasé trifulcas muy pesadas que ponían en peligro la embarcación y eventualmente la vida de los tripulantes, jamás pensamos que éramos héroes por cumplir con el trabajo vocacional elegido, la pasamos duras y recordamos episodios de los que salimos airosos, no héroes; creo que de todas las actividades que realizan los seres humanos, la más increíble es la de trabajo en la limpia pùblica, recogedores de basura, se involucran en tareas increíbles, exponiéndose al contagio de estar manipulando material descompuesto, contaminado, apestoso y con seguridad infeccioso, por las muchas bacterias que se desarrollan en la basura, son héroes, NO, ellos decidieron involucrarse en ese trabajo por la remuneración que reciben como trabajadores.
Una de las más riesgosas actividades debe ser la de los trabajadores de oficinas públicas que atienden ciudadanos respecto a muchas tareas que implican la relación del burócrata con personas que pueden estar enfermas, propagan su mal, los burócratas que atienden al público están tan expuestos a infectarse por el Virus como lo están los médicos y los diferentes trabajadores de diferentes áreas, la sociedad debe estar atenta en dar a TODOS esos trabajadores la protección y correcta remuneración por el riesgo a que se exponen, desgraciadamente los altos funcionarios tienen oídos sordos y sensibilidad de amor a sus semejantes nula.
Mal que los médicos laboren sin los instrumentos y materiales que requieren para cumplir con su trabajo, en válida actitud en correcto que manden al carajo la peligrosa actividad que realizan, no por ser peligrosa, eso es propio de su profesión, lo que no se debe permitir es tenerlos cuidando nuestra salud sin las medidas de protección para no caer infectados, a los médicos los necesitamos en estos momentos como algo imprescindible, es de urgencia capital, proveerlos de los implementos requeridos para realizar su trabajo. ¡AGUAS!
Enero 11 de 2021 [email protected] Luis Martínez Wolf