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¡No tengan miedo!

Por Pbro. José Manuel Suazo Reyes

Vivimos tiempos convulsos, tiempos de mucha incertidumbre; las víctimas del COVID-19 en nuestro país superan ya los 20 mil y, reconocido por la misma autoridad, las cifras reales podrían ser mayores; no sabemos a ciencia cierta cuándo terminará esta tragedia descontrolada; el número de desempleados ha crecido exponencialmente y se reconoce que aumentará el número de pobres, en varios millones, en nuestro país; la economía anda muy mal y no faltan los discursos encantadores que además de estar lejos de la realidad sólo provocan fastidio y molestia social.
En medio de esta difícil realidad, la vida cristiana ofrece al hombre de hoy la significativa experiencia de vivir el encuentro con Dios vivo que da sentido a todo lo que uno hace. La experiencia de sentir la cercanía de Dios es lo que da fortaleza y ahuyenta todo tipo de miedo o de temor.
Un peligro que nos acecha actualmente es el de querer huir al compromiso de vivir cristianamente y contaminarse con algunas mentalidades contemporáneas. Como cuando ante situaciones de hostilidad se adopta la posición más cómoda para conducirse por el pensamiento de lo políticamente correcto. Se “dice o hace” lo que quieren oír o ver los demás; se adopta en definitiva una posición de conveniencia. Un comportamiento como este, es lo que conduce a las personas a negar a Dios y traicionar a los seres humanos.
La vida divina que se nos ha dado por medio de la gracia y el estilo de vivir cristiano, son dones que hay que custodiar continuamente para no perderlos; son tesoros que hay que defender ante cualquier asalto del mal; dones que hay que reconquistar en caso de que se pierdan y de hacer crecer con el ejercicio de un vida virtuosa.
Ante situaciones como estas que pueden causar temor a cualquier creyente, Jesús dice en el evangelio: “NO TENGAN MIEDO” (Cfr. Mt 10, 26-31). El mensaje cristiano será siempre desafiante y provocativo y quien lo vive o lo anuncia será siempre criticado, rechazado o perseguido.
¿Por qué no hay que tener miedo ni temor a los poderes de este mundo? El mismo evangelio nos da algunas razones:
En principio, ninguna potencia humana puede opacar el éxito que ha tenido la palabra de Dios. La fuerza divina del evangelio nunca podrá ser sofocada o encadenada. Este es el primer motivo por el que un creyente no debe tener miedo. Por otra parte el creyente no debe temer las persecuciones ni las amenazas de los hombres de este mundo porque Dios lo sostiene con su bondad. “El Señor guerrero está a mi lado por eso mis perseguidores caerán por tierra y no podrán conmigo, dice el profeta Jeremías” (cfr Jr 20, 11). Por último, los creyentes tenemos además esta hermosísima experiencia: Dios está a nuestro lado en todo tipo de circunstancias, no obstante las persecuciones o las insidias del mal.
La madrugada del 20 de junio de 2020 se llevó a cabo otro acto de profanación religiosa. Unos jóvenes quemaron el altar de la virgen de Guadalupe que se encontraba a la entrada principal del Mercado Alcalde y García, mejor conocido como el Mercado San José.
La Arquidiócesis de Xalapa lamenta profundamente y condena enérgicamente este acto vandálico que ofende la fe de los creyentes católicos. Es muy lamentable que existan estos atentados y que impere prácticamente la ley de la selva.
Oramos por la conversión de quienes cobijados por las tinieblas de la maldad agreden de esta manera los símbolos religiosos de nuestro pueblo y atentaron contra la imagen de la Virgen de Guadalupe, madre de los mexicanos y símbolo religioso que nos da unidad y concordia.
Pbro. José Manuel Suazo Reyes Director Oficina Comunicación Social Arquidiócesis de Xalapa

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