PIENSO, LUEGO ESCRIBO
El 2020 sorprende
Por Akiles Boy *
Seguro se recuerda la canción Pedro Navaja, incluida en el álbum “Siembra” (1978), el más vendido en la historia de la salsa. Así como a su autor, el cantante y compositor panameño Rubén Blades, con su inolvidable mensaje “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios”. Nadie, que se diga de gran imaginación o con dotes de vidente, predijo exactamente lo que está ocurriendo y estamos viviendo en este singular y sorprendente año. El mundo en shock y semiparalizado por un virus.
Apartando cualquier controversia sobre el origen de la pandemia, la humanidad se encuentra ante otra difícil prueba de resistencia y un gran desafío a su capacidad creativa. Que no tiene que ver con la búsqueda de una solución definitiva, por medio de la ciencia. En poco tiempo, con certeza, alguna nación y alguna farmacéutica multinacional, anunciará que ya dispone de la vacuna, de la cual se habla desesperadamente, para curar la enfermedad.
La resistencia, se refiere a la estrategia mundial y la de cada País para enfrentar la crisis provocada por el coronavirus y a la fortaleza de su sistema de salud, que le haya arrojado los mejores resultados en términos de la estadística de letalidad, es decir, el menor número de casos y muertes. Aquí ya podemos adelantar que en el proceso de la pandemia, hasta ahora, el peor comportamiento lo tuvieron, Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Francia y Brasil. En este rubro también se debe considerar el éxito o fracaso de las medidas preventivas y de mitigación, que estarían relacionadas con los mecanismos utilizados para transitar por las distintas fases de la enfermedad, y la forma de evitar o contener la acelerada propagación, entre otras, el distanciamiento y la movilidad social.
Por otra parte, la creatividad de los gobiernos y sociedades, influyó y tendrá que verse reflejada en el funcionamiento de las economías y la dinámica social durante la pandemia. Se sabrá, si las acciones gubernamentales y de las organizaciones sociales, como la suspensión de actividades, lograron reducir o atenuar sus efectos nocivos, como la quiebra de negocios, el cierre de empresas y el desempleo. En este sector, hace algunos días, en Estados Unidos, se reconocía la pérdida de 36 millones de puestos de trabajo, mientras en México ya ascendía la cifra a un millón.
Causó sorpresa el covid 19, por la dimensión del miedo que generó, por la reclusión inesperada y obligatoria, por el paro de actividades sociales y económicas, y por la desoladora cantidad de fallecimientos registrados, hasta la fecha, más de 350 mil en el mundo. Pero también, se le acusa de agudizar la tensión internacional por las sospechas sobre su origen, que arrastró la credibilidad de la Organización Mundial de la Salud OMS, y es señalado, el coronavirus, de ser el principal culpable de la contracción de la economía mundial, que se pronostica para este año, la cual será más severa en algunos Países, por obviedad, los más débiles.
La vida nos da sorpresas siempre. Los planes, proyectos, ideas y sueños por alcanzar este año, fueron detenidos o transferidos a otros y mejores tiempos. El aplazamiento no tiene que ser fracaso o frustración. Dios y la vida nos pusieron en esta pausa, necesaria o no, según la explicación que busquemos y nos guste. Da la impresión de ser una señal, para que el mundo y la humanidad, debieran entrar a un proceso de transformación profunda, que culmine en la construcción de nuevos sistemas y formas de convivencia armónica, entre los seres humanos y éstos y el medio ambiente natural. No vemos otra ruta para la supervivencia, la otra, es seguir en el camino de la autodestrucción, como ya lo recrean las películas futuristas. Es de pensarse amables lectores. El mundo evoluciona, y la finalidad es hacer un mejor y perdurable mundo para todos. Hasta la próxima.
Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.
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