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Cubre boca y nariz, sirven o perjudican

Por: Luis Martínez Wolf

Barloventeando

Cubre boca y nariz, sirven o perjudican

Urge que el Colegio de médicos se reúna para decidir

Día a día la sociedad se muestra alarmada, no por causa del COVID19, sino por la impotencia e incapacidad para enfrentar el problema, muchos médicos han expuesto con tazones lógicas que el uso del cubreboca resulta perjudicial para quien lo usa, por causa del habla, estornudo o tos, satura constantemente el paño del dispositivo, y crea un hábitat favorable para el desarrollo del virus, para que pueda funcionar, debería estarse cambiando el cubreboca muy seguido, emplear veinte o más durante el día, esa postura solo la podrían soportar personas de alta solvencia, los de medianos recursos, pobres o miserables serían incapaces de cambiar el dispositivo.

          Grave el uso del cubreboca, la sociedad espera angustiada que los mercenarios de la salud estén en condiciones de producir la vacuna salvadora, el que lo logren o no es asunto que se pone en duda, el virus adquiere potencial infeccioso cuando en la célula se multiplica exponencialmente, al grado de hacer que la célula explote y se disemine el virus por todo el organismo vía el torrente sanguíneo. Ante esta situación, la vacuna derivada o puesta en efectividad vía partículas de ADN (Ácido Desóxido ribonucleico) es incapaz de evitar el desarrollo multiplicador, si esa es la condición, según declaran científicos alemanes, lo que dicen las farmacéuticas que tenedrán una vacuna con una efectividad del 90-95% están burlando la ciencia, impera el negocio de producir partículas pseudo vacunas que pueden causar mayor daño que una vacuna autentica en su efectividad antiviral.

          Estamos en un problema sin salida, los dispositivos físicos protectores no tienen efectividad, sólo son temporales protectores del ingreso o evacuación de partículas virales, pero como antes se expresó, después de un tiempo, menos de una hora, el cubreboca se convierte en hábitat ideal para que el virus adquiera su mayor virulencia dañando al portador y quienes están cerca, en conclusión sólo tenemos la alternativa de cambio de cubreboca o evitar el posible brote infeccioso por el uso del mismo.

          Los científicos de todo el mundo, coinciden en la tesis de que nuestro organismo almacena, tiene en su organismo millones de partículas virales semejantes al SARS-CoV-2, su carácter infeccioso está latente pero nuestro organismo está dispuesto o en condiciones de soportar la persistencia de las variantes virales de semejanza biológica con el que hoy nos preocupa; la solución que proponen es olvidarnos del SARS.CoV-2  y mantener nuestro organismo preparado vía los antivirales conocidos y que permiten a nuestro organismo defenderse con anticuerpos que aumenten nuestra capacidad para tener el virus sin las manifestaciones pulmonares que pueden ser letales.     

 Urge una reunión en la cumbre científica para que los expertos virólogos nos orienten respecto al procedimiento a seguir para defendernos mientras la pandemia persista. “AGUAS”

Noviembre 20 del 2020     lmwolf1932  gmail.com            Luis Martínez Wolf