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Emilio Lozoya

Por: Mario Javier Sánchez de la Torre

Emilio Lozoya

Emilio Lozoya Austin, considerado uno de los integrantes del grupo denominado “cachorros de la revolución”, por fin llegó a México.

Arribo que se logró después que estuvo prófugo de la justicia de este país por aproximadamente 14 meses y que concluyo con su detención en España en donde estuvo preso durante 5 meses. De donde fue extraditado, para pisar suelo nacional el pasado viernes 17 a las 00:43 horas en el hangar de la Fiscalía General de la República (FGR), del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (CDMX).

Lugar según informaciones proporcionadas por la institución, que después de seguir los protocolos correspondientes del caso, el médico perito de la FGR, determinó que tenía anemia y una lesión en el esófago, por lo que no podía ser ingresado al Reclusorio Norte de la CDMX y se decidió fuera internado en un hospital privado    -no se dijo quién decidió que fuera en un hospital privado-     que está ubicado en el sur de la capital mexicana y todo indica es el Hospital Ángeles del Pedregal. Llamando la atención de esta decisión, el que cuando algún detenido tiene problemas de salud es trasladado Hospital General Torre Médica Tepepan, que forma parte de la Secretaría de Salud del Gobierno de la CDMX, baste recordar a donde estuvo la maestra Elba Esther Gordillo, cuando estuvo detenida, pero en esta ocasión no fue así.

Las acusaciones que se le hacen por el momento, de la época cuando fue director de la ex empresa de todos los mexicanos, Petróleos Mexicanos (PEMEX), son: lavado de dinero, por haber recibido un soborno de 3.5 millones de dólares de la compañía Altos Hornos de México, S.A. (AHMSA), por haber comprado la planta Agronitrogenados, que estaba en desuso y se consideraba chatarra. Y también: por lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho, por supuestamente haber recibido dinero (soborno) por 1.2 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht. Delitos en los que implicó a sus familiares, como su mamá, su esposa y su hermana.

Detención que tiene un gran significado para la administración de Andrés Manuel, por lo que implica, si realmente da a conocer los nombres de todos los involucrados en los actos de corrupción que se efectuaron durante gran parte del sexenio de Enrique Peña Nieto, lo que hasta el momento parece sucederá. Pues como lo ha anunciado el actual Presidente de la República, ya negoció su detención adhiriéndose a la norma de Criterio de Oportunidad (Artículo 256, Código Nacional de Procedimientos Penales. Capítulo IV. Formas de terminar la Investigación). En donde el Ministerio Público puede determinar el no ejercicio de la acción penal. Y por lo que se está viendo, el hecho de no haber llevado a Lozoya Austin a un penal como debería haber sido, puede ser indicativo, que dentro del pacto esté el que no pise en ningún momento reclusorio alguno en este país.

Así tenemos: Artículo 256. Iniciada la investigación y previo análisis objetivo de los datos que consten en la misma, conforme a las disposiciones normativas de cada Procuraduría, el Ministerio Público ponderará el ejercicio de la acción penal sobre la base de criterios de oportunidad, siempre que, en su caso, se hayan reparado o garantizado los daños causados a la víctima u ofendido o ésta manifieste su falta de interés jurídico en dicha reparación de lo cual deberá dejarse constancia.

Continuando el artículo con los VII supuestos criterios de oportunidad que proceden.

Ahora solo queda esperar hasta donde quiera llegar el “cachorro de la revolución” y hasta donde se lo permitan las autoridades judiciales de la mal llamada cuarta transformación. Ya que su libertad y de sus familiares depende solamente de él. Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el miércoles. [email protected]

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