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¡¡ Medio siglo…!!

Por Alfonso Mora Chama

Espacio 13

 ¡¡ Medio siglo…!!

 *Sonriente y esperado día en donde solamente lo tomamos como un número y respeto…

 *50 años de una labor desarrollada con emoción y constancia: periodismo.

 *Gracias a todos los que nos enviaron felicitación…

 “Después de cincuenta años de trabajo, los demás serán más maravillosos y sorprendentes”.

 Alfonso Mora Chama

    Al periodismo debemos honrarlo con dignidad, quienes llevamos ese sentimiento de defenderlo de los oportunistas y malvados que se incrustan en una labor en la cual se debe demostrar capacidad, historia, lectura, redacción…y responsabilidad. Nada fácil llamarse periodista. Nada sencillo presentarse como represente de un medio de comunicación, sin la preparación a las preguntas y al conocimiento general que exige esta noble actividad. Se puede tener la brillante oportunidad de entrevistar a un famoso personaje de la política, de la farándula o del deporte, pero si no se sabe preguntar…ya valió madre.

   Apenas este domingo último de mayo, logré alcanzar los 50 años dentro de este trabajo diario, de constancia y de desvelo…medio siglo que como dice la melodía “Viejo” de Piero, “es que creció con el siglo, con tranvía y vino tinto”…en el cual se logra meditar lo bueno, malo o lo extraordinario que es este trabajo informativo, del comentario y del análisis serio y directo.

   Y digo meditar porque hemos solapado a los que sin preparación, la mínima, estudios de primaria, se incrustan en el periodismo acertando a las palabras pronunciadas por don José Pagés Llergo en la misma Facultad de Periodismo, a finales del año de 1966…y sus palabras, en la actualidad,  tienen vigencia:

    “Ha progresado tanto la ciencia, que el vino ya no se hace con uvas, ni el chocolate con cacao, ni los periódicos con periodistas…cuánto acierto y verdad y lo lamentable, que lo estamos aceptando, lo estamos permitiendo. Cierto es y lo sostengo no como paladín, de esos de Carlomagno en el ciclo arturíco, precisamente del rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda, como tampoco el de los poemas épicos en las hazañas de los paladines, quizás acercando más a los propios de Miguel de Cervántes en su famoso Quijote de la Mancha…pero sí es una cruel verdad encontramos con personas que, utilizando un descomunal chaleco con el letrero de prensa, celular amenazante para la fotografía…y ya son periodistas.

   Señores, si hemos logrado arribar a la cima de los 50 años, ha sido por la constancia y la seriedad, por ello, en su momento – 1966 – nos atrevimos a continuar estudios universitarios en la Facultad de Periodismo en la ciudad de Veracruz, pudiendo convertirme en periodista solamente por el simple hecho de querer serlo. Mi profesión estaba marcada desde la secundaria, leyendo a los grandes periodistas de los años sesenta y setenta, sobre todo en la Revista Siempre, del maestro José Pagés Llergo, fundada en 1953 – apenas contaba con cinco años de edad – : Roberto Blanco Moheno, José Alvarado, Arias Bernal, Francisco Martínez de la Vega, Rafael Solana, Lombardo Toledano y qué decir, del humor y la ocurrencia de un Renato Leduc…

   Periodistas que no asistieron a una escuela o Facultad de Periodismo, nacieron a la par, en los chingadazos, algunos, de la Revolución Mexicana, a quienes calificaron como una lucha social, cultural y paso a la institucionalidad. Iniciaban en las letras en ese duro período de 1910 a 1929 y 1930. Sus columnas cultivaban, reseñaban la realidad del México con el nuevo rostro del siglo XX…cómo no leerlos.

   Dedicados a los acontecimientos mundiales, se preparaban y viajaban para ejercer la labor periodística. Hechos para el periodismo, en persecuciones, destierros, y muchas veces la cárcel. ¿ Pero ahora? Permitimos que sin la preparación mínima, sin el conocimiento de lo que verdad significa una entrevista, un reportaje, un editorial, un cabeceo de notas, una gacetilla o digamos, ¿ una columna ? Y   ahí aparecen, solitarios, en parejas, en grupos, muchos de ellos producto de la siembra de los cultivos de Fidel Herrera, presumidos, soberbios, farsantes y hasta pendejos. Acostumbrados a elogiar a Fidel, así se quedaron, con el inconveniente de que el político de Nopaltepec, el Tío Fide, les pagaba y bien, hasta camionetas de lujo para cada uno de sus y ahora recorren la provincia y los lugares más apartados de le geografía veracruzana, atascados de ignorancia, de vanidad y de falsedad, no son periodistas, claro que no.

   El lugar en el periodismo se gana con respeto, no con chantajes, ni calumnias, ni amenazas. El soborno se estila en ellos. La labor, delicada labor del periodismo se ejerce en el surco no en los escritorios de los diarios, se gana el reconocimiento de la sociedad y de los pueblos llegando al lugar de los hechos, a donde la misma sociedad lo reclama. Por esa equivocada presencia y amenaza constante de los farsantes de la pluma, se ha desprestigiado el periodismo, está desacreditado y los poderosos de la política, ignorancia al fin, nos tratan como los incómodos y en el último de los agravios, limosneros.

   El periodismo cierto es, es empresa, trabajo legar cuando se responde con seriedad y responsabilidad y se aleja del chantaje. Gracias a la presencia mucha, montón, harta de periodistas, para el alcalde, el síndico, el regidor, el diputado, el senador…el gobernador, el periodismo es sinónimo de chantaje, de embute, de amenaza, de golpeteo, de conspiración y de envidia…¡¡ Por favor…!!

Cuando la política es la más desacreditada, la más pobre y demacrada.

Agarrados de esa frase…se tenía que decir y lo digo.

Ciertamente estamos orgullosos de las bodas de oro nuestras, en el periodismo. Con la lacra de los farsantes de la prensa.

Cada quien que tome su culpabilidad.

Gracias amigos.

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