El evangelista San Lucas presenta, en el primer domingo de cuaresma, el
pasaje evangélico de las tentaciones que Jesucristo sufrió al término de los 40
días de ayuno (Lc 4,1-13).
Algo parecido sufre toda persona cuando padece las nuevas tres tentaciones:
Rechazar la condición de peregrino, elegir ser dueño absoluto de la propia vida
y huir de la propia responsabilidad personal y social en la sociedad en la que
vive.
Las problemáticas sociales, culturales, económicas y políticas que siguen
presentes en las estructuras sociales jamás se podrán solucionar con fórmulas
mágicas y mucho menos anulando la verdad de los problemas y la
responsabilidad de los gobernantes y de los ciudadanos en las soluciones que
requieren la participación de todos.
Jesucristo vivió y realizó su misión sin ventajas, sin privilegios, sin seguridades.
No tuvo medios materiales, ni poderes especiales. Tuvo que buscar, decidir,
arriesgarse y luchar como cada persona lo hace. No tuvo garantías. No sabía
con claridad su camino. Lo tuvo que descubrir y realizar día a día. Y muchos le
volvieron la espalda.
Las problemáticas que vive México y Veracruz no se podrán resolver con
soluciones cómodas, fáciles y mágicas. Los problemas que estamos viviendo
de inseguridad, desempleo falta de medicamentos, corrupción y abuso de
poder requieren de la buena conciencia ética y de la sana inteligencia, para
comprometernos todos en la construcción de un México justo y solidario. Es
necesario trabajar responsablemente en cada una de las áreas que
corresponde y no confiar en soluciones mágicas ni fáciles.
Pbro. Juan Beristain de los Santos
Director
Oficina Comunicación Social
Arquidiócesis de Xalapa
LA CONCIENCIA ÉTICA, EL CAMINO HACIA UNA MEJOR SOCIEDAD
Por: Pbro. Juan Beristain de los Santos