Ante la autorización de divorciarse por cualquier razón dada por Moisés a los
judíos, Jesucristo señaló la “dureza de corazón” como la causa principal de
ellos para atentar contra el proyecto matrimonial de Dios (Mc 10,2-9). La
enseñanza fundamental de Cristo es, ante cualquier disyuntiva de todo tipo,
volver siempre al proyecto original de Dios. Se trata fundamentalmente de
actuar siempre bajo fuerza de la conciencia donde actúa la sabiduría de Dios
que da vida a la persona. Actuar bajo el influjo de la recta conciencia y por el
bien de los demás nos da autoridad moral.
La democracia es una forma de gobierno que puede ayudar a la ciudadanía a
conseguir el desarrollo integral, siempre y cuando los que tienen el poder de
conducir la administración nacional tengan cuatro rasgos: tener ideas de las
necesidades reales de la población, saber explicarlas claramente para
convencer a la mayoría de la gente de llevarlas a la realidad, querer el bien
verdadero de la ciudadanía y no aceptar sobornos. Por eso, la ciudadanía debe
tener presente siempre que la: “Autoridad política es el instrumento de
coordinación y de dirección mediante el cual los particulares y los cuerpos
intermedios se deben orientar hacia un orden cuyas relaciones, instituciones y
procedimientos estén al servicio del crecimiento humano integral” (Compendio
de la Doctrina Social de la Iglesia, número 394). Las expectativas de un buen
gobierno siguen presentes en un gran sector de ciudadanía mexicana al inicio
de esta administración 2024-2030.
La autoridad política es un medio y no un fin en sí mismo, por lo cual se deben
hacer votos para que el gobierno de nuestra patria busque a toda costa, con
todos los recursos del Estado Mexicano, el crecimiento y desarrollo integral de
todos y para todos, sin privilegiar a nadie, ni excluir a ninguno.
Pbro. Juan Beristain de los Santos
Director
Oficina Comunicación Social
Arquidiócesis de Xalapa