PIENSO, LUEGO ESCRIBO
Por Akiles Boy*
Cuando haces lo mismo, no esperes resultados diferentes. Hace diez días bajó el telón de los Juegos Olímpicos de París 2024. Estados Unidos, China y Japón, se instalaron en los primeros tres lugares del medallero, al final de la competencia. A México con 5 medallas, se le ubicó en la posición número 65 de la tabla general. Como si fuera la historia de un viejo drama, durante y hasta el término, las pugnas, intrigas y controversias fueron apareciendo y subiendo de intensidad. El reparto de culpas y búsqueda de villanos, hizo más revelador el tamaño del enésimo y penoso fracaso en el deporte nacional.
Los franceses, fieles a su tradición, demostraron al mundo su creatividad, su histórica y vanguardista cultura, además de su incuestionable capacidad de organización. Sin incidentes que ensombrecieran la edición XXXIII de los juegos veraniegos, París cumplió, realizando la justa deportiva más importante del planeta, con innovaciones, con formatos inéditos y una cuantiosa inversión de recursos en infraestructura, equipamiento y seguridad. Habrá comentarios de los crónicos inconformes, que se deleitan criticando y siempre encuentran un punto vulnerable. Sin embargo, la ciudad luz, con su esplendorosa belleza, efectuó una olimpiada ejemplar, que será difícil de superar por Los Ángeles, Estados Unidos 2028.
Mientras en este País, después de la pobre actuación de los mexicanos, seguimos reeditando acusaciones, intercambio de fuego, quejas y hasta ideas para romantizar las derrotas sufridas por nuestros atletas. Hicieron su mejor esfuerzo, el quinto es un lugar digno, para la próxima se verán mejores resultados, fue una formidable experiencia, no tuvieron el apoyo necesario para acudir a la competencia. Fueron las expresiones más comunes en el conocido rosario de la consolación y la justificación.
Y regresamos a los dichos y sentencias de antaño, esta vez habrá ajustes de cuentas, se necesita una reestructuración de fondo, tendrá que haber una limpia en el deporte nacional, a expulsar las mafias de las federaciones, de la Comisión Nacional del Deporte y el Comité Olímpico Mexicano. Este País con 130 millones de habitantes y una infraestructura instalada mejor que muchos de Latinoamérica, por su potencial, contrario a lo que se esperaba, presentó un infame rendimiento.
Importa mucho el negocio como han dejado muy claro los directivos del futbol, pero cuál es el beneficio para los aficionados y para el pueblo. Lo menos que se espera es un buen espectáculo y mejores resultados en torneos internacionales. Seguir en esta tónica del lucro excesivo en el balompié profesional, sin importar el empobrecimiento de ese popular deporte, provocará la decepción y alejamiento de los aficionados de los estadios, aún con el enajenante marketing.
Lo mismo ocurrirá con el deporte amateur, sin políticas públicas efectivas, para impulsar el desarrollo del deporte y la formación de atletas de alto rendimiento, sin planeación y organización eficaces, de las actividades deportivas desde la infancia hasta las universidades, sin servidores públicos con ética y comprometidos, distantes del burocratismo y la corrupción, sin dirigentes honestos y responsables en las federaciones, la sociedad tendrá más decepciones y el deporte nacional continuará en la mediocridad infinita. Hasta la próxima.
Agosto 22 de 2024
*Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.
*Miembro de la Red de Escritores por el Arte y la Literatura, A.C.