Veracruz

Hablar bien implica congruencia y pensamientos positivos. Discurso muestra del Ing. Alberto Peña Nava

Hablar bien en público implica también poseer pensamientos positivos que nos lleva hacia el disfrute y plenitud de la vida en todas sus manifestaciones, afirmó el ingeniero Alberto Peña Nava, al pronunciar un discurso ante socios, invitados y miembros del club Toastsmasters de Boca del Río.

Ante un concurrido público, Peña Nava reflexionó sobre sus primeros encuentros con la Oratoria y cuando se anunciaban los temas improvisados, discretamente se retiraba hacia el baño.

Se pensaba erróneamente que los ingenieros no tenían nada que ver con la palabra hablada, aunque líderes mundiales como Boris Yeltsin, presidente de la Federación Rusa y Yasser Arafat, premio Nobel de la Paz y primer presidente de Palestina, tenían una excelente manera de comunicarse, siendo ingenieros.

Ya desde 1912, Bakunín, filosófo ruso, indicaba que los ingenieros podrían y deberían ser alcaldes por su vinculación con las obras públicas.

En la perspectiva de Peña Nava, su incursión en Toastmassters, donde ha tenido diversos cargos, le ha sido muy útil para su desarrollo profesional y comparó que en sus estudios de Especialidad y maestría en Valuación, con 6 años de formación, en constraste en Toastmasters se invierten 100 horas al año.

 En consecuencia, se necesitan ocho años en Toastmasters para lograr niveles de maestría.

Fue también una exposición didáctica en la que mencionó que cuando alguien está en Toastmasters y se marcha un tiempo, regresa con ciertos limitantes porque la práctica cotidiana es como una especie de Gimnasia Cerebral.

Saber comunicarse implica también mejorar relaciones familiares y saber manejar buenos argumentos.

  Ingeniero civil de profesión, exvicepresidente de FECOVAL, reafirmó que el Club Toastmasters tiene la virtud de comunicar bien, ser congruente y prepararse a una vida plena, sin los demonios que representan las vibras negativas.

Así, en consecuencia, disfruto de las amistades, las lecturas de libros y periódicos, así como el encanto de una amena charla. Pero, sobre todo, si no tienes nada positivo que decir, mejor guarda silencio, concluyó.