Opinión y Democracia
El votante el próximo 2 de junio va a votar por cosas muy elementales, prácticamente básicas. Lo que le aqueja es muy inmediato y no puede darse el lujo de reflexionar sobre temas muy profundos, es lo urgente que tiene que resolver, es el día a día lo que le preocupa.
Como candidato qué decirle a una madre que espera que lleguen sus hijos y sus hijas sanos y salvos a casa todos los días. Cómo hablarle a un padre que no tiene trabajo y ve a su familia y sus necesidades. Qué decirle a un joven que sale de la universidad y no encuentra trabajo o el que encuentra tiene un sueldo muy bajo. Qué decirle a mujeres que tienen miedo de ser violentadas o asesinadas en las calles.
Qué decirle a un profesionista que ya no puede más económicamente o a una mujer de más de 40 años que no encuentra ni encontrara trabajo porque el mercado laboral ya la considera “grande”. Cómo hablarle a una mujer que enfrenta todo el aparato de impartición de justicia en un juicio de pensión alimenticia de sus menores hijos que dura años, tantos, que una vez resuelto, sus hijos ya son mayores de edad.
Qué decirle a un joven que vive la violencia de forma cercana en su colonia. Cómo expresar la tragedia de un hijo que es levantado por la delincuencia organizada o que cae en la horrible pesadilla de las drogas. Qué decirle a una madre que busca a su hijo o hija desaparecido con una pala por todo el estado.
Cómo hablarle a un hombre de la tercera edad que como única opción laboral se le ofrece la de cerillo en un supermercado. Cómo hablarle a los votantes cuando muchos lo único que vemos es políticos con residencias de ensueño, camionetas fabulosas y vidas de excesos.
Qué decirle a un veracruzano al que desde siempre le han dicho que Veracruz es el estado más rico de México y en su billetera trae $20 pesos. Qué decirle a una veracruzana que ya no puede darle de comer a sus hijos con el poco dinero que le da su esposo. No debe ser fácil.
Cómo hablarle a los productores del campo que ya no saben qué hacer con el recorte a los apoyos de los últimos años. Qué decirles a los ancianitos y ancianitas que requieren de medicamentos y cuidados y que ya no hay nada y la pensión que reciben no les alcanza ni para comprar una medicina que necesitan.
Yo en su lugar no sabría qué decirle a los votantes. Estoy seguro que el presupuesto es muy poco para tanta necesidad. Sé que la corrupción es una gangrena en la administración pública que hará casi imposible cualquier cambio.La delincuencia está muy cómoda con su posición de poder e impunidad y la ciudadanía está harta de tanta promesa de siempre.
Solo se me ocurre una cosa, lo único que como gobernador o diputado yo me podría comprometer absolutamente sin temor a fallarles a los veracruzanos.
Vigilar, administrar y cuidar cada peso de los veracruzanos.
Y me refiero a casa peso, Porque un peso robado que se use en una casa fabulosa o en una camioneta de ensueño es un peso robado al veracruzano más pobre.
Y estadísticamente el veracruzano más pobre es una joven mujer indígena madre de una pequeña niña indígena que vive en una comunidad marginada de una de las sierras de Veracruz.
No prometan grandes cambios, solo comprometanse a vigilar, administrar y cuidar cada peso de los veracruzanos.
Cuidando los pesos vendrán los grandes cambios.
El candidato que logre hablar con los votantes de los temas que le afectan, duelen y sufren, ese candidato va a ganar sin mayor problema.