DE PRIMERA MANO
*Cierran las puertas a escuelas de futbol
*Joven boxeadora, sin apoyos del IVD
Pues siguen mal y de malas en la grandiosa Máxima Casa de estudios jarocha (la Universidad Veracruzana, para doña Rocío Nahle, -que según ella, recién platicó con el teniente José Azueta, muerto en la defensa del puerto de Veracruz en 1914-, de nada) pues el rector Gerardo Aguilar no renunció para irse a una diputación y sigue despachando en Lomas del Estadio.
Como breve antecedente, la escuela de futbol Delfines de Xalapa existe desde 1990 y le ha dado innumerables satisfacciones a nuestra ciudad capital, semillero de profesionales del balompié, como Edgar Andrade, campeón Mundial Sub17.
Esto viene a cuento porque los Delfines fueron literalmente echados de donde entrenaban, que son los campos de la USBI, actualmente denominado CAD, es decir, terrenos de la Universidad Veracruzana.
Usted que nos lee puede pensar –bueno, si es su casa, tienen el derecho de negarles la entrada cuando ellos quieran, los campos eran prestados- y la respuesta es sí… a medias o no a medias, como usted prefiera.
Los porqués de esta respuesta se basan en que los aproximadamente 200 niños que entrenaban en los campos de la USBI, debían pagar por el uso y disfrute de los mismos a través de sus escuelas, además de los 10 pesos diarios por cada padre de familia, por cada día que entraran a sentarse en las gradas y ver entrenar a sus críos, recursos que iban a parar a la Fundación UV, a cargo de Facundo Pacheco, a quien por cierto le mandamos un afectuoso saludo.
Aquí entrenaban además de Delfines, Boca Juniors filial Xalapa, Rayados de Monterrey filial Xalapa y Sporting Xalapa; entre todos pagaban 10 mil pesos semanales, súmele lo de las entradas de los papás, unos 60 mil pesos mensuales que han dejado de ingresar a las arcas de la Fundación, sólo los de futbol, más las escuelas de basquetbol, que también corrieron la misma suerte.
¿Qué dirá Facundo?
El pretexto, querer impulsar el deporte UV, a través de las escuelas de Halcones, que por cierto no han tenido éxito.
Maribel Barradas Landa, directora de Actividades Deportivas de la Universidad (DADUV), maestra con una larga trayectoria, que además no es nueva en lides administrativas, pues repite en el cargo desde Sara Ladrón de Guevara, dio la orden, de ella depende no hay más, sin embargo suena ilógico que lo haya hecho de motu proprio.
¿Será que alguien le endulce el oído?, nunca tuvo problemas de esta naturaleza.
En cualquier caso, el rectorcito Gerardo Martín Aguilar, tiene su parte de responsabilidad, si avaló la decisión, muy mal y si no estaba enterado, ¡peor!
Esta situación la conocemos porque los padres de familia de Delfines se acercaron para pedir la difusión y pedirle el apoyo al rector.
Esperemos que no tengan que ir a plantársele afuera de la Rectoría para que sus voces sean escuchadas.
Lo que es cierto es no es la primera bronca que tiene en su breve rectorado, hay que recordar lo que pasa en la Facultad de Derecho, la protesta de los músicos de la Orquesta Sinfónica de Xalapa y ahora esto…, uuffff.
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Para documentar el optimismo el Instituto Veracruzano del Deporte, no canta mal las rancheras, pues una entrevista del periodista deportivo Fernando Hernández, a la boxeadora cordobesa Gricelda Durán, revela las porquerías del titular del IVD José Alberto Nava Lozano.
La campeona nacional, de tan sólo 20 años, asegura que “aunque seamos seleccionados y representemos a México nosotros pagamos todo; de vez en cuando nos llegan a aportar alguna parte y sí están caros (los viáticos) la verdad, lo bueno que tengo de aquí a mayo para juntar el dinero”.
Explica Hernández Fernández que de hecho, la cordobesa quedó fuera de San Salvador y Santiago de Chile porque no pudo asistir al último torneo eliminatorio en Puerto Rico, ya que le avisaron, con apenas una semana de anticipación, que debía reunir 30 mil pesos para poder viajar.
Y aquí es donde viene lo bueno, pues la joven tuvo una plática con el director del Instituto Veracruzano del Deporte, el gran José Alberto Nava Lozano, que además de negarle el respaldo oficial, el mentecato aprovechó la ocasión para pedirle una foto a quien entonces era subcampeona nacional.
Con todo y eso, Gricelda no baja las manos y se queda en Córdoba a seguir entrenando, con la esperanza y el sueño de poder representar a México en las próximas Olimpiadas de París.
Ese es la situación que sufre el deporte nuestro estado con autoridades incompetentes, que no solo no ayudan, sino que hacen todo lo posible para seguir jodiendo.
Ojalá las cosas se compongan para los niños futbolistas y les permitan segur entrenando en la USBI y a Gricelda Durán le den los apoyos necesarios.
¡Qué barbaridad!