Andrés Guardado, tras siete temporadas, se despidió del Real Betis con un homenaje lleno de emotividad durante el partido contra el Barcelona. Ambos equipos organizaron un pasillo de honor para que el mediocampista mexicano ingresara al campo en un gesto que conmovió a la afición y al club.
El Estadio Benito Villamarín se puso de pie para recibir al ícono del equipo, ovacionándolo antes del inicio del enfrentamiento. Guardado, acompañado de su familia, caminó por un pasillo formado por todos los jugadores del Betis y del Barcelona, marcando el inicio de los preparativos para su despedida.
El mediocampista mexicano avanzó hasta llegar a los directivos del Betis, donde recibió una camiseta con el dorsal 897, un gesto simbólico que representa su legado en el club. Guardado, con 218 partidos disputados (siendo el extranjero con más juegos en el club), 5 goles, 17 asistencias y una Copa del Rey, dejó una huella imborrable.
Antes de retirarse del terreno de juego, el audio local transmitió un mensaje a Guardado: “Andrés Guardado, esta siempre será tu casa gracias”. Se tomaron fotografías en un momento lleno de nostalgia y finalmente, el jugador se despidió del campo que fue su hogar durante los últimos 7 años.
Cabe destacar que este emotivo protocolo estuvo acompañado de una adaptación de “Cielito Lindo” con el nombre de Andrés Guardado. Los aficionados tararearon esta icónica canción mexicana, cambiando la letra en la parte de ‘Canta y no llores’ por el nombre del dorsal 18, creando así un momento único y conmovedor.