CAFÉ DE MAÑANA
La discusión – que se sabe a medias – y que hace unas horas dicen sucedió en el Palacio Legislativo de Veracruz entre los Diputados Miguel Hermida (PAN) y Roberto San Román (Morena), no debe ni tomarse a la ligera, pero tampoco llevarse a extremos de una inconsciencia o peor, a los abismos del olvido.
En todas las épocas y legislaturas – en lo Federal y Estatal – han surgido vaivenes y desencuentros que suelen nacer en la mayoría de las veces desde el enfoque de partidos y sin que llegue a las diferencias personales, pues de ser así, estaríamos ante figuras peligrosas, y que a nadie le conviene, visto desde la sociedad.
Incluso, las palabras fuertes sobre todo en momentos de alta tensión suelen aparecer muchas ocasiones hasta entre miembros de un mismo grupo parlamentario, pero ya con más calma y junto con otros de los compañeros – aún de bancadas diferentes – pero sobre todo con el concurso y la participación de sus coordinadores como cabeza representativa, con la autoridad política, legal y moral dentro del Congreso y en la Jucopo (Junta de Coordinación Política), se sientan y liman asperezas que no deben dejarse en el camino, y mucho menos en la etapa por la que atraviesa el estado y país en materia de una elevada discusión social.
El esfuerzo que en forma conjunta enlacen los Diputados Juan Javier Gómez y Enrique Cambranis, como cabezas de los grupos de Morena y PAN, respectivamente, al unir sus experiencias en el manejo de conductas humanas, ésta historia no irá a ningún otro piso y menos al desajuste de la paz, armonía y concordia que debe prevalecer entre los Diputados de la LXVI Legislatura y el Poder Legislativo en su conjunto.
El lenguaje en todas sus manifestaciones que se estén expresando por Diputados y Diputadas en esta época electoral y de una próxima transexenalidad, exige que todo diálogo sea claro, fluido, responsable, pero también respetuoso entre todos ellos y ellas, para evitar contaminar el ambiente polarizado que pueda llevar a elevar algún desencuentro fuera del orden.
Los debates parlamentarios no deben llegar a confundirse con “combates”.
DE SOBREMESA
En todo grupo legislativo y entre ellos, debe prevalecer la permanente comunicación e incluso, aún sin la necesidad de que haya convocatoria de terceros, pues suponemos que nuestros legisladores en Veracruz, piensan en el beneficio colectivo en términos de armonía, por encima de todo posible interés personal. O sea, que este jueves nadie se retiró de sus oficinas en el Poder Legislativo sin haber primero dejar en claro, que el insidente no pasó ni pasará a mayores niveles.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
Debemos recordar que el que ronca más no significa que duerma mejor, así que en la política el que grita más fuerte no es quien tiene la razón.
UN CAFÉ LECHERO LIGTH DESLACTOSADO
La Guerra de los Pasteles en el Congreso de Veracruz no debe resultar un conflicto, y menos de consecuencia alguna.
¡ ES CUANTO !