En una actualización reciente sobre el desafortunado suceso en la mina de carbón “El Pinabete”, la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) anunció el descubrimiento de un tercer conjunto de restos humanos, que se presume pertenecen al tercer trabajador atrapado. Aunque la Fiscalía General de Coahuila ha señalado que se trata de restos, tanto óseos como tejidos, la CNPC ha abordado la situación asumiendo la posibilidad de tres cuerpos en total.
El comunicado conjunto emitido por la CNPC, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Fiscalía General de Coahuila detalla que las labores de excavación se están llevando a cabo en las zonas identificadas por especialistas como las más propicias para realizar hallazgos. El objetivo principal es localizar e identificar a los siete mineros que aún permanecen desaparecidos.
Recordemos que el incidente ocurrió el 3 de agosto de 2022, cuando el pozo de carbón experimentó una entrada repentina de agua, sorprendiendo a una cuadrilla de trabajadores que habían concluido su jornada laboral. Esta tragedia resultó en la expulsión de cinco trabajadores por el agua hacia el exterior del pozo, mientras que otros diez quedaron atrapados por la corriente que los devolvió al socavón, manteniéndolos prisioneros hasta el día de hoy.
Héctor Díaz, uno de los cinco sobrevivientes, compartió sus experiencias y frustraciones en el sitio. Afirma que él y sus compañeros han sido olvidados, denunciando la falta de atención médica y apoyo psicológico. Según Díaz, el IMSS les retiró el seguro médico en enero, a pesar de que se suponía que recibirían observación durante cinco años. Además, relató las secuelas físicas y mentales que ha experimentado, incluyendo problemas de vista y ansiedad.
El próximo 3 de enero, Héctor Díaz y los demás sobrevivientes planean acudir a la Fiscalía General del Estado para dar seguimiento a la denuncia presentada. Además, tienen la intención de viajar a la capital del país para exigir apoyo al gobierno federal. Estas revelaciones subrayan no solo la magnitud de la tragedia en El Pinabete, sino también las carencias en la atención y el apoyo a los afectados.