La llegada del Año Nuevo en Berlín se ve empañada por la preocupación de las autoridades debido a la tensión generada por el conflicto entre Israel y Hamás. A pesar de los preparativos para una celebración masiva en la Puerta de Brandemburgo, el ambiente festivo se ve opacado por el aumento del riesgo de ataques terroristas. Se espera que alrededor de 65,000 personas se congreguen para recibir el 2024, pero las medidas de seguridad se han intensificado.
El acceso a la zona acordonada para el evento solo será posible con entradas pagadas por adelantado y controles de admisión estrictos. Se han implementado restricciones, como la prohibición de bolsos y mochilas, así como la prohibición de llevar fuegos artificiales, alimentos, bebidas y materiales promocionales. La preocupación principal radica en la agitación política, especialmente en un momento en que Israel está en conflicto con Hamás, considerado una organización terrorista.
La policía de Berlín se encuentra en estado de alerta ante el riesgo de disturbios, particularmente en los denominados “barrios problemáticos” con una población significativa de origen musulmán. La comisaria de policía Barbara Slowik destaca la necesidad de proteger a la población judía e israelí, reconociendo la “emocionalización causada por el conflicto en Oriente Próximo”.
Además del riesgo de ataques terroristas, los servicios de emergencia, incluyendo policía, bomberos y servicios médicos, se preparan para posibles situaciones de violencia. En la Nochevieja del año anterior, los servicios de rescate fueron atacados en varias ciudades alemanas con petardos y cohetes, lo que genera preocupación por posibles episodios similares este año.
El sindicato de Policía ha instado a una respuesta más contundente contra aquellos que ataquen a los servicios de emergencia. El presidente del sindicato, Jochen Kopelke, advierte sobre la necesidad de abordar los problemas sociales que llevaron a la violencia en la celebración de Año Nuevo del año pasado.
En un esfuerzo por prevenir disturbios, la policía ha estado patrullando los barrios problemáticos y organizando reuniones en escuelas y clubes juveniles para promover la comprensión entre los jóvenes y las fuerzas del orden. La policía civil también ha estado monitoreando la situación en posibles puntos conflictivos.
El alcalde de Berlín, Kai Wegner, ha anunciado medidas firmes contra aquellos que ataquen a la policía y los bomberos. Como precaución adicional, se ha prohibido el uso de fuegos artificiales privados en áreas donde se han producido enfrentamientos caóticos en años anteriores. A pesar de estas medidas, se espera que la celebración del Año Nuevo en Berlín continúe, pero bajo la sombra de una precaución extrema.