La más reciente y desgarradora tragedia que ha sacudido a Guanajuato ha dejado una profunda huella en la comunidad, convirtiéndose en un capítulo oscuro y trágico para un grupo de jóvenes que celebraba con alegría una posada navideña en la idílica hacienda de San José del Carmen, un lugar dedicado a eventos en la pintoresca localidad de Salvatierra. La calma de la noche se vio abruptamente interrumpida cuando, alrededor de las dos de la madrugada del domingo pasado, un siniestro comando armado irrumpió en la festividad, desencadenando una avalancha de disparos indiscriminados contra los asistentes.
Las autoridades de la Fiscalía del Estado, en una confirmación sombría, han informado que al menos doce jóvenes perdieron la vida en este atroz ataque, mientras que otros una vez resultaron heridos, llevando consigo las secuelas físicas y emocionales de una violencia que ha sacudido los cimientos. de la comunidad. La tragedia, ahora inmortalizada en una fotografía que capturó la felicidad efímera previa al caos, sirve como un impactante recordatorio de la realidad escalofriante que enfrenta un país sumido en la espiral de la violencia.
A pesar de haber transcurrido más de 24 horas desde el fatídico suceso, la información disponible sobre la masacre sigue siendo escasa. Informes locales indican que el grupo delictivo responsable del ataque no se limitó a la violencia directa; también incendiaron al menos cuatro vehículos, incluyendo automóviles y motocicletas, que se encontraron estacionados en las inmediaciones de la exhacienda. La escena del crimen reveló una macabra acumulación de casquillos, evidenciando la magnitud brutal del acto violento que se desató en la pacífica festividad. Los heridos, portadores de cicatrices físicas y emocionales, fueron trasladados a los hospitales de Salvatierra y Celaya en busca de atención médica y apoyo.
En medio de este lúgubre panorama, el presidente municipal de Salvatierra, Germán Cervantes, ha expresado su profundo pesar ante el ataque, condenando enérgicamente el acto de violencia que ha enlutado a la comunidad. A través de sus redes sociales, Cervantes reafirmó la completa disposición del municipio de colaborar estrechamente con la Fiscalía General de Justicia del Estado, con el objetivo de esclarecer rápidamente los hechos y detener a los responsables de esta barbarie.
Este episodio desgarrador se produce apenas unas semanas después del impactante asesinato de seis jóvenes en Celaya, todos ellos estudiantes de medicina con edades comprendidas entre los 18 y 23 años. La brutalidad de este crimen anterior seguía resonando en la memoria colectiva cuando el grupo armado perpetró la masacre en la hacienda. Vale la pena destacar que, en un lamentable déjà vu, el presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a vincular los ataques con el consumo de drogas, repitiendo la misma narrativa que generó indignación en el caso anterior.
En el caso anterior, la madre de dos de las víctimas, Fabiola Mateos, desmintió con pruebas contundentes las afirmaciones del presidente. Con los resultados de los exámenes toxicológicos en mano, Mateos demostró que sus hijos y sus amigos no tenían ningún historial de consumo de sustancias, subrayando la insensibilidad del gobierno ante cuentos tragedias. Sus palabras, resonantes y llenas de dolor, apuntan hacia la urgente necesidad de que las autoridades reconozcan la incapacidad gubernamental en lugar de lanzar acusaciones infundadas contra las víctimas inocentes, resaltando la imperiosa tarea de abordar y erradicar la violencia que asola a la sociedad.