En una jornada significativa en el Congreso de la Ciudad de México, los diputados se han congregado temprano para llevar a cabo la votación crucial sobre la ratificación de la fiscal Ernestina Godoy Ramos. La sede en Donceles y Allende ha sido objeto de un fuerte cerco de seguridad en previsión de posibles tensiones y protestas.
La anticipación ha rodeado este evento, ya que es la primera vez que los legisladores llegan temprano a una sesión ordinaria. La importancia de esta votación radica en la decisión de otorgar a Godoy un segundo mandato de cuatro años al frente de la fiscalía, un proceso que requiere el respaldo de al menos dos tercios de los diputados presentes en el pleno.
La oposición, representada por diputados del PAN y PRI, ha expresado de manera reiterada su desacuerdo con la ratificación de Godoy. Según las reglas, se necesitarían al menos 44 votos afirmativos en caso de que estén presentes los 66 congresistas. Hasta ahora, Morena y sus aliados cuentan con 38 votos, y se especula sobre la posibilidad de obtener el voto adicional de Víctor Hugo Lobo.
Este evento no solo está cargado de implicaciones políticas, sino que también ha generado un ambiente tenso y expectante, reflejado en el fortalecimiento de las medidas de seguridad alrededor de la sede legislativa. La ciudadanía y los observadores políticos aguardan con interés el resultado de esta votación, que podría tener un impacto significativo en la dirección y la estabilidad de la fiscalía en los próximos años.