El congestionamiento vehicular en Xalapa se ha convertido en un problema crítico para ciudadanos, trabajadores y empresarios, quienes denuncian una serie de consecuencias negativas derivadas de las obras de infraestructura en curso, impulsadas por el Gobierno del Estado y el municipio.
La obra más polémica es la construcción del distribuidor vial de Las Trancas, parte del Plan B para mejorar la vialidad. Desde su inicio, ha cerrado diversas vialidades, afectando a comerciantes en el municipio de Emiliano Zapata y generando quejas en redes sociales. El alcalde Ricardo Ahued Bardahuil ha expresado su preocupación por el impacto del tráfico en la avenida Lázaro Cárdenas y ha pedido acelerar los trabajos.
Fernando Arana Watty, presidente del Consejo Empresarial Metropolitano, y Francisco Morales Sarmiento, secretario general de la Federación Autónoma de Obreros y Campesinos del Estado de Veracruz (FAOCV), han destacado la falta de planeación en las obras, afectando la movilidad de la ciudad y la distribución de mercancías. La falta de información sobre el plan de trabajo ha generado incertidumbre entre los proveedores y comerciantes, afectando su capacidad para organizar los traslados y el transporte de mercancía.
La obra del distribuidor vial de Las Trancas, con un costo de 74 millones 971 mil pesos, tenía un plazo de 180 días para su conclusión desde el 11 de abril, según el contrato SIOP-OP-PE-005/3023-DGCCYCE. Sin embargo, el empresario encargado de la obra, Juan Noé Suastegui Mora, ha incumplido con el contrato, y no se ha explicado el motivo del retraso ni se ha presentado un convenio modificatorio.
El impacto del tráfico no se limita al tiempo perdido, sino que se traduce en pérdida de productividad, encarecimiento de servicios y aumento de precios. El mes de diciembre, crucial para comercios y transportistas, se ve amenazado por el tráfico, que podría afectar las ganancias en un momento vital para muchos negocios.
En cuanto al transporte público, los taxistas son uno de los sectores más afectados. Francisco Morales Sarmiento señala que los taxistas han perdido mucho tiempo en el tráfico, lo que los ha obligado a encarecer el servicio. La situación afecta la economía familiar de los conductores, quienes deben alcanzar ciertas ganancias diarias para cubrir los costos del vehículo y obtener beneficios.
La demanda de taxis ha aumentado, pero los ciudadanos deben esperar hasta una hora para abordar una unidad debido al congestionamiento. El transporte público regional también se ve afectado, ya que los proveedores de otras áreas del estado se niegan a traer sus productos a Xalapa debido al tiempo que se tardan en salir de la ciudad.
En resumen, el tráfico en Xalapa se ha convertido en un problema multifacético que afecta la movilidad, la economía, la calidad de vida y la productividad de los ciudadanos. La falta de información clara y la percepción de falta de planeación generan malestar y preocupación en la comunidad, mientras que los trabajadores y empresarios enfrentan pérdidas económicas y complicaciones en su día a día. La conclusión de las obras de manera eficiente y la implementación de estrategias para mitigar el impacto del tráfico se vuelven imperativas para restablecer el equilibrio en la ciudad.