En la rueda de prensa matutina del miércoles 6 de diciembre de 2023, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, abordó de manera contundente los resultados de la prueba PISA, desafiando las conclusiones que indican un estancamiento educativo en el país durante la última década. López Obrador no solo rechazó los hallazgos de la evaluación, sino que también descalificó la prueba en sí, catalogándola como una reliquia del periodo “neoliberal” y señalando que no dará crédito a este informe elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
De acuerdo con el presidente, estas evaluaciones y sus parámetros fueron concebidos en la época neoliberal, donde, según sus palabras, se buscaba impulsar la supuesta calidad de la enseñanza mientras se degradaba la educación pública. Enfatizó que durante ese periodo, los maestros fueron gravemente menospreciados, y estas pruebas son un vestigio de esa era que no refleja la realidad educativa de México.
El mandatario mexicano comparó estas pruebas con la opinión del Fondo Monetario Internacional o una editorial de Reforma, dejando claro su escepticismo hacia estas mediciones internacionales. En sus propias palabras: “¡Zafo!”. López Obrador insistió en que no se dejará influenciar por estas evaluaciones y reiteró su compromiso con la defensa de la educación pública en México.
Los resultados de la prueba PISA, publicados por la OCDE el día anterior, revelaron que los estudiantes mexicanos se encuentran por debajo del promedio internacional en áreas clave como Ciencias, Matemáticas y Lectura. Sin embargo, el presidente López Obrador, en su conferencia matutina, dejó claro que estos resultados no afectarán su enfoque en fortalecer el sistema educativo del país y continuar con su agenda centrada en la mejora de la calidad educativa y el respeto hacia los maestros.