La propuesta para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales en México se encuentra en un estado de incertidumbre a menos de 10 días del cierre del periodo de sesiones en la Cámara de Diputados. A pesar de haber sido presentada en octubre de 2022 por la diputada de Morena, Susana Prieto Terrazas, la iniciativa aún no ha sido sometida a votación en el pleno. Esto plantea la posibilidad de que, si no avanza en este periodo, la discusión se retrase hasta 2024, último año del gobierno de López Obrador.
El respaldo a esta reforma se ha vuelto un asunto polémico, ya que empresarios prominentes, incluido Carlos Slim, han expresado su oposición. Slim argumenta que es preferible que las personas trabajen 48 horas y ganen más en lugar de trabajar 40 horas y ganar menos. Esto ha desencadenado preocupaciones sobre mayores costos laborales y pérdida de competitividad según la iniciativa privada.
El presidente López Obrador ha intervenido en el debate, sugiriendo que no es necesario resolver el tema en este periodo legislativo y abogando por una discusión más extensa a partir de febrero de 2024. Pide tiempo para considerar todas las voces y busca consenso entre legisladores, trabajadores y empresarios.
A pesar de la resistencia empresarial, la diputada Prieto Terrazas se mantiene firme en su intención de llevar la reforma al pleno de San Lázaro. Sin embargo, con la falta de avances y la oposición prominente, el resultado final se mantiene incierto. La diputada insta a no retrasar más la discusión, pero la decisión sobre si la iniciativa avanzará este año o se pospondrá hasta 2024 podría definirse en los próximos días. Las tensiones entre trabajadores y empresarios marcarán el rumbo del debate, mientras México sigue siendo uno de los países donde se dedica más tiempo al trabajo, con 2,226 horas trabajadas al año según la OCDE.