En una transmisión gubernamental difundida por radio y televisión, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha ordenado la exploración y explotación inmediata de los recursos petroleros, gasíferos y minerales en el territorio en disputa con Guyana, conocido como la Guayana Esequiba. Esta decisión sigue al anuncio de la victoria del “sí” en el referéndum para reclamar soberanía sobre esta región.
Maduro ha instado a conceder licencias operativas para la explotación en toda el área de la Guayana Esequiba, ordenando la creación de filiales locales de PDVSA y de la Corporación Venezolana de Guayana. Esta última supervisa diversas empresas mineras en la zona limítrofe con Guyana.
La medida se presenta después de que las autoridades electorales confirmaran la aprobación de las cinco preguntas planteadas en el referéndum, generando tensiones entre Venezuela y Guyana. Mientras Caracas argumenta que la región fue usurpada hace más de un siglo y busca convertirla en el 24to estado venezolano, Guyana ve el referendo como un intento de anexión.
A pesar de la falta de claridad sobre cómo Venezuela ejercerá jurisdicción sobre la región, se anuncia la creación de una nueva Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi) para el área en disputa. Maduro no menciona planes de incursión militar, pero la situación genera incertidumbre en la región.
El Consejo Nacional Electoral informó que el “sí” obtuvo más del 96% de los votos en las cinco preguntas del referéndum. Maduro anunció la otorgación de ciudadanía a los residentes de la región y propuso prohibir la contratación con empresas que colaboren en concesiones dadas por Guyana.
Desde 2015, la disputa territorial ha generado tensiones, especialmente por las exploraciones petroleras de ExxonMobil en la zona en conflicto. Maduro considera ilegales las concesiones otorgadas por Guyana, argumentando la falta de jurisdicción en áreas marítimas aún no delimitadas. La situación plantea desafíos significativos en las relaciones entre ambos países.