La situación en Gaza se agrava aún más, según advierte la ONU, mientras Israel intensifica sus operaciones en la segunda ciudad más grande del territorio. En medio de combates intensos, tanques israelíes avanzan hacia las afueras de Jan Yunis, marcando el día más intenso desde el inicio de las operaciones terrestres contra Hamas.
La población civil enfrenta momentos de terror, con residentes describiendo el fuerte sonido de aviones y drones. Israel afirma que sus fuerzas rodean la ciudad sureña y ha lanzado volantes instando a los residentes a permanecer en albergues durante el asalto. Miles de personas ya han huido, pero las “zonas seguras” designadas por Israel carecen de condiciones básicas, según informes de la ONU y Unicef.
El conflicto se ha extendido desde el norte hasta el sur de Gaza, con ataques en el corazón del campo de refugiados de Jabalia y en el distrito de Shijaiya en la ciudad de Gaza. La violencia ha obligado a desplazarse a una gran parte de la población, sumándose a los millones que ya abandonaron sus hogares desde octubre.
La situación humanitaria empeora con el continuo bombardeo, y la OMS informa de un aumento constante de las víctimas, con hospitales en el sur de Gaza al borde del colapso. La comunidad internacional observa con preocupación, mientras el emir de Qatar presiona por una solución integral y la coordinadora de la ONU para el Territorio Palestino Ocupado destaca la falta de condiciones para entregar ayuda.
A pesar de los llamamientos internacionales para reducir la intensidad de las operaciones y buscar una solución negociada, Israel ha anunciado una segunda etapa que se prevé difícil en términos militares. Mientras tanto, el jeque catarí Tamim insta al Consejo de Seguridad de la ONU a obligar a Israel a volver a la mesa de negociaciones, criticando la inacción de la comunidad internacional ante el conflicto. La cifra de víctimas palestinas sigue aumentando, y la esperanza de una tregua parece esfumarse en medio de la escalada de violencia.