Javier Duarte de Ochoa, desde su reclusión en el Centro de Readaptación Social Norte de la Ciudad de México, se arremetió enérgicamente contra José Yunes Zorrilla, quien se perfila como el candidato virtual a la gubernatura de Veracruz por parte del PRI y PRD. Duarte, quien cumple una condena de 9 años por asociación delictuosa y lavado de dinero, expresó su asombro ante las declaraciones de Yunes Zorrilla, considerándolo un político ingrato y desleal.
A través de mensajes publicados en su cuenta de redes sociales, Duarte destacó que en su momento brindó apoyo a Yunes Zorrilla y esperaba reciprocidad. Subrayó que nadie había favorecido más a Yunes Zorrilla que él mismo y, aunque le deseó suerte en futuras empresas, insinuó que la necesitaría. La respuesta del exgobernador se produjo como reacción a la entrevista que Yunes Zorrilla le ofreció al periodista Carlos Loret.
Duarte, en su defensa, rechazó las acusaciones de corrupción y malversación de fondos en su contra. En una serie de siete puntos detallados, negoció las imputaciones de utilizar empresas fachada para desviar recursos públicos. Hizo destacó en que ni él ni sus colaboradores han sido incriminados por tales prácticas y afirmó que su reparación del daño es de cero pesos, destacando que durante su administración no se le pudo acusar de robar fondos gubernamentales.
Además, cuestionó las declaraciones de Yunes Zorrilla sobre similitudes entre su gobierno y el actual de Cuitláhuac García Jiménez. Duarte recordó que Yunes Zorrilla ha participado en varias elecciones y sugirió que su victoria en 2012 se debió a su apoyo. La polémica entre ambos políticos se intensifica mientras Yunes Zorrilla avanza en su aspiración a la gubernatura, y Duarte desde prisión busca defender su legado y rechazar señalamientos de corrupción.